CACEREÑO: Vargas, Expósito (min. 86, Gállego), Gonzalo, David Gómez, Toni, Elías Pérez, Raúl Medina (min. 76, Elías Medina), Teo Tirado, Aarón, Valverde (m. 70, Piojo) y Plata.

LINENSE: Mateo, Manu, Gallardo, Guerra, Olmo, Ismael, Fall, Oscar (62, José Ramón), Canario (88, Blas), Juampe, Copi (70, M. Montes).

GOLES: 0-1-Min. 9: Copi. 1-1-Min. 65: Raúl Medina. 1-2-Min. 85: Fall.

ARBITRO: Alberola Rojas (Castellano-Manchego). Tarjetas al local David Gómez y a los visitantes Manu, Olmo, Oscar y Canario.

INCIDENCIAS: Herminio Menéndez, probable director general del CPC, en el palco.

El Cacereño sigue a la baja. Aparte de la desafección creciente de la entidad con la grada (apenas 500 espectadores ayer, una cifra escandalosamente ridícula), sobre el césped esto tampoco marcha. La dolorosa derrota ante la Balompédica Linense (1-2) suma la tercera consecutiva, segunda como locales. En la Segunda División B, cuando al inicio no se carbura, se arrastra y se expande la negatividad. Todo un mal presagio, por lo demás remontable y puede que hasta asumible, pero esto no pinta bien. Más bien justo lo contrario.

Con mil dudas en defensa, el CPC continúa siendo un equipo muy poco fiable, demasiado disperso, peligrosamente vulnerable. Y eso que hay noticias buenas. El año que llega un delantero centro de garantías, Plata, el grupo se rompe en la estrategia a la hora de guardar la puerta. Tras reaccionar bien al gol inicial de los visitantes (otra rémora, un partido más), empatar y estar peleando por la victoria, un tanto en una falta de tensión tras un córner acabó con los puntos y las ilusiones con el remate del exjugador del Badajoz Fall. Minuto 85. Otro descalabro, otra derrota, otro sinsabor.

No solamente se echa de menos la polivalencia de Checa, el talento de Gaspar o el mando atrás de Mejías. Hasta cuando hay bajas puntuales como la de Rubén Palero. Este CPC tiene atrás un agujero.

El guión del partido fue muy similar al de hace 15 días ante el Almería B. El rival salió más concentrado, más vivo, hizo su gol en el minuto 9, de nuevo con una combinación por el centro de la defensa que Copi definió ante Vargas, y se dedicó a verlas venir. Bien conjuntado y ordenado atrás y con la alegría ofensiva que le da la zurda del maravilloso Canario, un '10' de los clásicos, de exquisita técnica, la Balona no necesitó forzar la máquina en el primer tiempo.

POCAS OPCIONES Solamente Carlos Valverde amenazó con la igualada en el primer acto. La dejada de Raúl Medina la empalmó el sevillano para que respondiera bien Mateo (min. 33). La Balona también la tuvo, pero paró Vargas en un duelo en el que los mejores locales eran Elías Pérez --por fin puede ser su año--, Teo y Plata, dueño y señor del juego aéreo, aunque no en el área, que en su descargo --¿o del equipo?-- debería pisar con más asiduidad.

El segundo tiempo tuvo más juego, pero sin alardes. El Cacereño tiró de casta y dominó al principio. El gran servicio de Teo fue culminado magistralmente por Medina en el 1-1 (min. 65).

Insospechadamente, los verdes se desfondaron y cedieron el terreno a los andaluces. La entrada de José Ramón dio más verticalidad al cuadro de Rafael Escobar, que olvidó su versión especulativa de minutos anteriores y se lanzó al ataque. Al Cacereño, en el que el empuje ya solamente lo ponía el incansable Toni, se le nublaron las ideas.

La Balompédica avisó hasta que llegó el mazazo del tanto de Fall, que remató sin que nadie le estorbara un saque de esquina. Se había repetido la película. El Cacereño amaga, pero no termina de ser convincente. Por futbolistas, esto no debería peligrar, pero sí por dinámica. Ojo.