Qince días de suspensión. Ese es el castigo que ayer impuso el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol a Antonio Martínez Doblas, consejero delegado del Cacereño, por los supuestos insultos al árbitro al final del partido del pasado domingo entre el equipo verde y el Deportivo B. Pero el tema no se ha acabado aún, ya que el club está preparando el recurso ante el Comité de Apelación porque asegura que lo recogido en el acta por el colegiado Jacob Yáñez Megías "no refleja la realidad, pues Antonio Martínez Doblas solo abandonó el palco para marcharse del estadio", reiteró ayer Angel Marcos, director general.

El Cacereño mandó ayer un escrito a la federación con sus alegaciones impugnando el relato del acta y solicitando que se anulara todo lo recogido en el apartado "otras observaciones", donde vienen recogidos los supuestos insultos de Doblas. Pero Competición no lo tuvo en cuenta porque no iba respaldado por ninguna prueba.

En esa tarea se ha embarcado ahora el club, que está recopilando pruebas audiovisuales (fotos y vídeos) para demostrar que el consejero delegado estaba en el palco cuando finalizó el partido y que por lo tanto no podía estar en la entrada a los vestuarios, donde se produjeron los insultos recogidos en el acta.

Además de estas pruebas, el Cacereño espera que el delegado federativo, que también se encontraba en el palco --además de muchas otras personas, como el concejal de Deportes de Cáceres--, intervenga, "pues debe saber que el consejero delegado no pudo insultar al colegiado porque no abandonó el palco".

En cuanto a lo deportivo, el equipo ha empezado ya a preparar el partido del domingo contra el Cerro de Reyes con el objetivo de ganar y abandonar por primera vez en la temporada los puestos de descenso.