CACEREÑO: Vargas, Iván Pérez, Gonzalo, Mejias, Toni Sánchez, Checa, Aaron (Raúl Medina¡ min. 76), Carlos Valverde, Jairo (Elías, min. 66), Gaspar, Martins (Paniagua, min. 81).

LA RODA: Bocanegra, Mateo, Ezequiel, Castellanos, Pajarero, Adri Gómez, Piojo (Manu Dimas, min. 75), Espinola (Ngal, min. 82), Matías Saad, Jordi Pablo, Viyuela (Del Moral, min. 58).

GOL: 1-0, minuto 46, Gaspar.

ARBITRO: Fernando Román Román (Castilla y León). Amonestó a los locales Iván Pérez, Valverde, Martins y Gaspar; y a los visitantes Mateo y Castellanos.

El Cacereño redimió sus penas ante La Roda (1-0) en un partido en el que fue como el doctor Jekyll y mister Hyde. El conjunto verde tiró de orgullo para poner fin a esa racha negativa que le hacía deambular por la categoría en esta recta final de temporada. Nada cambia, salvo la satisfacción personal del club de acabar lo más arriba posible, porque ese es el objetivo de quien ya no se juega nada.

Tras una primera parte anodina, que hacía presagiar más de lo vivido en los nefastos últimos partidos en el Príncipe Felipe, el Cacereño se cambio la piel tras el paso por los vestuarios. ¿Qué paso ahí dentro? Una incógnita. "Eso son cosas nuestras", dijo después Angel Marcos. Pero lo sucedido cambio todo. Y no solo por el rapidísimo gol del Gaspar. Apenas habían transcurrido 15 segundos desde que comenzó el segundo acto cuando el habilidoso jugador verde introducía el balón en la portería de Bocanegra. 1-0 y no hacía falta mucho más. El rival no ofreció nada a pesar de estar peleando por la permanencia.

MAS IMPETU Tras el gol de Gaspar, el Cacereño fue todo ímpetu. Nadie daba una pelota por perdida. Todos peleaban cada balón como si de una final se tratase. Cierto es que no hubo más ocasiones de gol, salvo un disparo lejano de Valverde que repelió el portero de La Roda en el 88 o un cabezazo del debutante Paniagua en el 89, pero también hay que señalar que Vargas apenas tuvo que intervenir. A ello contribuyó notablemente el equipo castellano manchego, prácticamente ausente.

La primera parte fue paupérrima. El juego transcurría en esa parcela del campo donde no pasa nada. El CPC amagaba con hacerse con el dominio del balón, pero las imprecisiones reinaban. Tampoco quería la pelota La Roda. Y en ese quiero y no puedo el público se cansó. El run run era constante y se escucharon los primeros pitos para algunos jugadores del Cacereño. Ya no basta con correr tras la pelota y el aficionado quiere algo más. Antes, incluso, un pequeño sector de la grada había gritado "Doblas vete ya", pero ni el consejero delegado ni el presidente (Antonio Martínez Buzo) estaban en el palco para recibir ese mensaje.

Un contrataque de La Roda en el minuto 20 que acabó en el lateral de la red y un potente disparo de Gaspar en el 23 fue el escaso bagaje ofensivo de los dos equipos. Poco, muy poco.

No cambió la segunda parte en cuanto al número de ocasiones, aunque sí en la intensidad, aunque no fue capaz de rematar el partido el CPC, que sigue con sus problemas para hacer gol.

El triunfo le sirve a los verdes para volver a cargar las pilas y de paso ayudar al vecino Arroyo, rival directo de La Roda en la lucha por la permanencia (ambos tienen 38 puntos, dos sobre el descenso). José Francisco Grao Pato y varios jugadores arroyanos vieron el partido desde el palco, escenificando así el fin de las tensiones de semanas pasadas. Ahora es su turno de cumplir para huir del pozo.