Afronta el Cáceres 2016 un extraño martes de LEB Oro con la misión inexcusable de ganar --y, a ser posible, con contundencia-- al equipo que le visita a partir de las 21.00 horas, el Palencia. Pero para ello, los de Gustavo Aranzana están obligados a dar su cara buena , esa que escondieron durante gran parte del partido del viernes ante el Ourense (80-62) y que ha aparecido con suma irregularidad en las catorce jornadas que van de competición.

Aunque torturado por un rival en racha, el Cáceres volvió a ser en Galicia el mismo equipo timorato en ataque y blandito en defensa que tendrá pocas opciones de playoff si sigue en esa línea. Para olvidar ese episodio, nada mejor que recibir a un Palencia que es penúltimo y llega con la peor racha de la liga, seis derrotas seguidas. El último campeón de la LEB Plata aún no sabe lo que es ganar fuera.

Pese a ello, y como todos, tiene jugadores peligrosos sobre los que Aranzana alertó ayer públicamente. Mencionó la estatura de Nikola Mirotic --un diamante en bruto cedido por el Real Madrid-- y Oliver Ortega, el acierto exterior de Carles Bravo y el ritmo en la dirección de Salva Camps y Antonio Bustamante. Correcto, pero globalmente resultaría difícil mantener que son superiores a un Cáceres que, eso sí, no ha podido preparar excesivamente bien la cita.

MADRUGON Y es que pocas veces se da en baloncesto profesional lo que sucedió el domingo: la plantilla tuvo que entrenar a las ocho y media de la mañana porque el pabellón estaba ocupado por las selecciones cadete e infantil que preparan el Campeonato de España. Cuentan que la tensión en las caras, sobre todo tras la mala imagen de Ourense unas horas antes, era evidente en medio de un frío impactante.

Por si fuera poco, el que es probablemente el jugador con más conocimiento baloncestístico del equipo, Lucio Angulo, sufre gastroenteritis. No ha podido ejercitarse estos días y es duda. Ha perdido peso, lo cual en alguien de su estructura física resulta casi dramático.

"El Palencia es un equipo complicado y peligroso. No nos podemos fijar en su clasificación porque ha puesto en problemas a muchos equipos ya, a pesar de que luego haya perdido", afirmó Aranzana, visiblemente cauto y ya con un conocimiento muy íntimo sobre cómo funciona su propia plantilla.

El entrenador reconoció que su equipo "se frustró" en Ourense y que notó en demasía la falta de anotación de la mayor parte de sus jugadores interiores, apuntando especialmente a Randy Holcomb, metido en faltas desde el inicio y que acabó con solamente tres puntos. También se quejó de que Alex González esperase al final del partido --en el que hizo -8 de valoración-- para decirle que estaba enfermo, también con gastroenteritis.

EL ANALISIS "Cuando vamos perdiendo nos obsesionamos con remontar enseguida y hacemos tiros malos", lamentó, negando que el habitual bajón en las segundas partes se deba a motivos físicos. "Espero que simplemente fuese un mal día, porque no es normal acertar tan poco y fallar tantos tiros solos. Nos faltan de 15 a 20 puntos al contragolpe, con la chispa de correr, y eso nos cuesta", añadió.

Como casi siempre, a Aranzana se le preguntó por posibles movimientos en la plantilla. Y como casi siempre, dribló bien a los periodistas: "No me sobra nadie". Hasta dijo que el del Palencia era un buen partido para que los que juegan menos se reividicasen. "No voy a ponerme a hablar de hipótesis", remarcó. Pero todo indica que algo se cuece.

Habrá también una motivación solidaria: Juguetes Avila donará diez euros en regalos a niños desfavorecidos por cada punto anotado por los locales.