Continúa el Cáceres Patrimonio de la Humanidad exhibiendo una inquietante irregularidad esta temporada. Ahora parece haberse vuelto a meter en hoyo después de encajar su segunda derrota abultada en menos de una semana. El Prat, como corresponde a un equipo que va colíder, fue superior (60-82), pero desnudó con demasiada crudeza las limitaciones verdinegras. Ahora toca volver a remar para meterse en posiciones de playoff.

Nada le salió bien al conjunto anfitrión, demasiado pendiente, como es habitual, de que sus tiros lejanos entren. Y es que tiene un doble valor para este equipo anotar: aparte de por el valor intrínseco en sí de los puntos, porque cuando es así se enchufa mucho más en defensa. Ayer el rendimiento en ambos lados de la pista fue paupérrimo. Y esto ante un gran equipo se paga.

Parece que los partidos matinales en el Multiusos penalizan al Cáceres. Ocurrió lo mismo que en la inesperada derrota ante el Levitec Huesca de hace unas semanas: salida en frío y el rival que se aprovecha de ello para amasar una ventaja que sabe administrar con sapiencia hasta el final. Especialmente dañino fue que Robertas Grabauskas, el ‘techo’ del equipo, cometiese dos faltas en los dos primeros minutos (la primera, rigurosísima). Eso impidió ofrecerle una respuesta de envergadura a Martynas Andriuskevicius, un 2,18 con experiencia en NBA y Liga Endesa que hizo lo que quiso en las zonas. Ola Keshinro hizo lo habitual en él: mucho despliegue y entusiasmo, pero ante jugadores así, que le sacan casi 15 centímetros, sufre enormemente.

El Prat conseguía además cómodas posiciones para lanzar y ya llegaba al final del primer cuarto con un 13-20 que hablaba a las claras de la falta de acierto (e ideas) del anfitrión en ataque. La única buena noticia era el regreso a las pistas de Pol Olivier tras un mes y medio. Fue testimonial, pero al menos la plantilla suma un elemento que no tenía.

La situación empezó a ponerse seria (15-27, min. 12), pero llegaron entonces unos buenos momentos de los extremeños, espoleados por un público que hasta entonces se había mostrado escéptico ante lo que veía. Con el 25-30 (min. 16) se acabó el partido, como se vería después, porque a continuación el Prat volvió a dar un tirón importante, aprovechando el nuevo apagón ofensivo de los de Ñete Bohigas, que no anotaron durante el resto de la primera parte. El 25-37 del descanso daba que pensar.

EXHIBICIÓN CATALANA / Podía pensarse que el paso por los vestuarios aclararía un poco los conceptos del Cáceres, pero no fue así. La zona impuesta por Bohigas para cerrarse alrededor de Andriuskevicius salió mal, porque surgió entonces Josep Pérez. El base catalán, que ya por entonces estaba dirigiendo bien a los suyos, sumó a su repertorio los triples que falló en el primer tiempo. Acabaría la mañana con 8 (de 15 intentos) y una anotación extrañamente alta para lo que ha sido su carrera (30 puntos). Una auténtica pesadilla para Guillermo Corrales, cuya reputación de mejor base defensivo de la Liga se vino abajo por un día.

El último atisbo de reacción del Cáceres llegó hasta el 34-45 (min. 26) y fue cortado con eficacia por un Prat que cada vez sumaba a más hombres a su causa, a la vista del derrumbe general que experimentaba su oponente. Daba grima empezar el último cuarto con todo ya decidido (38-58).

Afortundamente para los intereses locales, el Prat bajó un poco su fiera intensidad defensiva y pudo conseguir algunos tiros liberados que esta vez, con mucha menor trascendencia, sí acabaron dentro. Jugadores como Niko Rakocevic -que pareció sufrir un problema muscular y se empeñó en seguir jugando—y Warren Ward mejoraron sus números de forma estéril. Está visto que cuando coincide un mal partido de ambos no hay producción ofensiva desde el exterior, porque, aunque puede anotar, Luis Parejo es más un ‘chico para todo’ que se sacrifica en tareas más ingratas. A Sergio Pérez, utilizado ayer por momentos como ‘3’, es un milagro que hasta ahora no se le haya empezado a notar que está más cerca de los 40 años que de los 35.

Así, entre triple y triple de Pérez y mates tremendos de algunos de sus compañeros el partido fue descontando el tiempo, como todos deseaban. Tras el -20 de Valladolid, un -22 en casa ante otro equipo bien situado en la tabla. Tenía el Cáceres la oportunidad de demostrar en estos cinco días que puede competir con ellos y no fue así. Ahora toca restañar heridas, meter más en dinámica a Olivier y tratar de plantar cara al menos en Lleida, otro de la zona media.

3Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Guillermo Corrales (0 ), Luis Parejo (3), Warren Ward (13), Rolandas Jakstas (4), Robertas Grabauskas -cinco inicial—Pol Olivier (2), Sergio Pérez (6 ), Ola Keshinro (9), Nikola Rakocevic (11), Dani Martínez ( 8).

3CB Prat: Josep Pérez (30), Caleb Agada (12), Joaquín Portugués (0 ), Emauel Cate ( 6), Martynas Andriuskevicius (14) -cinco inicial— Marlon Johnson (6 ), Marc Blanch ( 6), Alexander Cambell ( 8).

3Marcador por cuartos: 13-20, 25-37 (descanso), 38-58 y 60-82 (final).

Árbitros: Juan Morales y Paula Lema. Sin eliminados.

3Pabellón: Ciudad de Cáceres.

3Espectadores: 1.000.

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