No es una campeona de España junior de natación al uso Ana Moreno Barriga (Cáceres, 26 de marzo de 2002). «Iba a por una medalla, pero ser primera no me lo esperaba, no», dice con una pasmosa tranquilidad y naturalidad la deportista, que llega de protagonizar su particular machada con el oro en los 50 metros libres en Málaga.

La talentosa jovencita del CN Cáceres Los Delfines compite al más alto nivel con el mérito añadido de arrastrar una enfemedad, la conocida como esofagitis eosinofílica, que le ha obligado a llevar una vida diferente a la de la mayoría, entre lo que se incluye no comer como una persona normal (no tolera ni la fruta ni la verdura, entre otros alimentos) y le provoca asma y problemas de salud añadidos con un sistema inmunológico que se resiente. Pero para ella no hay barreras. A la vista de sus resultados está.

«Ha llegado a campeona de España por su actitud, su compromiso y, sobre todo, por su trabajo», acota su entrenador en el CN Cáceres Los Delfines, el orgulloso Carlos Corcho, mientras ella observa con tranquilidad. «Sí, algunas veces he pensado en dejarlo, pero no, no, tenía que tirar hacia adelante…». La enfermedad la tiene desde muy pequeña, pero le fue detectada a los 11 años. «Por entonces solamente comía maíz y algunas carnes», cuenta. No podía tomar proteínas, ni leche, «aunque últimamente ya todo ha mejorado y ahora puedo comer bastantes más cosas». En cualquier caso, corticoides, pastillas, vitaminas y magnesio están muy asociados a su día a día.

El mimo de los especialistas del Hospital San Pedro de Alcántara, como el doctor Molina Infante, un referente a nivel internacional, que la atiende en los últimos años (antes fue Patricia Barros) y «mi alergóloga, Manuela Alvarado, también muy importante», su club y su técnico han ayudado a crecer a esta joven del IES Hernández Pacheco, con notas habituales de Matrícula, y antes en el Licenciados Reunidos.

«El deporte me ayuda mucho a organizarme», dice la campeona, que hace, según su entrenador, una media de 22 horas semanales en la piscina. «Seis días», en concreto. Descansa el domingo «y para eso no siempre». Con una madurez incuestionable pero sin alardear, Ana Moreno sueña con ser algún día olímpica, pero antes de ello tendrá que cubrir etapas, entre otras convertirse en una estrella nacional absoluta. De momento, tiene el título en su primer año de junior, un logro inusual, y más teniendo en cuenta sus condiciones.

En su Cáceres Los Delfines entrena con otro indiscutible talento como la villanovense Estela González, y tiene como referencia también a Fátima Gallardo, aunque en distancias diferentes. «Las de velocidad por lo general explotan más tarde», viene a decir Corcho. César Castro o Miguel Durán, en chicos, encabezan una nómina en la que están otros nombres propios a nivel nacional como Sergio Mogena, de su propio club.

«Ha renunciado a muchas cosas», afirman deportista y técnico, casi al unísono. Sus compañeros de instituto han tenido diferentes actividades, algunas con presencias en intercambios y excursiones internacionales, y ella ha estado en otras lides. El oro nacional (quinta absoluta a sus recién cumplidos 16 años) compensan el sacrificio de esta deportista que se ha quedado a 38 centésimas del Campeonato de Europa. Ha sido ya cinco veces campeona de Extremadura absoluta de su distancia fetiche.

PROGRESIÓN INESPERADA / «No estoy segura del todo, pero quiero estudiar algo relacionado con la Biomedicina». Quizá sus propios problemas le hayan ayudado, pero asegura que su madre quería haber hecho algo parecido, «pero no pudo». Tampoco ha heredado esa querencia de su padre, bombero de profesión.

«Nunca pensé que tuviera esa progresión tan grande», asume el entrenador, lógicamente orgulloso de su pupila. ¿Cómo puede ser posible? Apuntaba él con anterioridad que la actitud y el trabajo son claves, «pero para llegar a ese nivel también es clave la genética, claro, que la tiene que acompañar», reconoce.

«Nuestro club, el ayuntamiento, la Junta y la Federación Extremeña de Natación son claves para que estos resultados sean posibles», dicen los protagonistas de esta trayectoria deportiva tan llamativa, en la que tanto la nadadora como su entrenador se muestran agradecidos. Evidentemente, el mayor mérito es de Ana Moreno. Pocos deportistas a nivel nacional pueden haber construido una historia de superación y de éxito tan extraordinaria como la que firma esta cacereña.