El sexto intento de ascenso del Cerro de Reyes a Segunda División B ya está en marcha. El club que preside Antonio Olivera Cachola pretende asentar las bases de un proyecto más profesionalizado en el que se podría contar con un director deportivo y en el que el objetivo inicial es que Faustino Bueno Tinín siga en el banquillo.

El presidente del club aún no se ha pronunciado sobre su continuidad pero está claro que Antonio Olivera no va a dejar al club por el que tanto ha luchado a lo largo de estos años y buscará mejorar la infraestructura para dar el salto a la categoría de bronce del fútbol español que tanta ilusión le genera.

Tinín, entrenador del Cerro, aseguró ayer que "este equipo merecía subir de categoría por los años que lo lleva intentando el presidente. En la eliminatoria no fuimos inferiores pero pequeños detalles nos han hecho mucho daño. En la ida, no pudimos contar con Golo, además de que Masegosa sufrió un proceso vírico y encajamos un gol en el minuto 96. En la vuelta, nos quedamos sin centrales como José Carlos, que no pudo jugar por la reacción de una inyección, y Gabi Frías, un hombre clave que se lesionó en un momento decisivo. Si a eso le añadimos el fallo del chaval Juanqui, que está roto y al que hay que animar, pues está dicho todo. Lo siento también por la afición y es una pena no poderles dar la alegría del ascenso".

Cuestionado por si se ve en el banquillo del Cerro la próxima temporada, Tinín explicó que "si él quiere que siga, seguiré. Y si no, lo dejaré pero siempre seré su amigo. Lo que más me duele es no haberle dado la alegría del ascenso. Cachola tiene problemas físicos y está cansado pero es una persona constante y lo que se propone lo consigue. Se lo merece y lo que haga está bien hecho y punto".

Tinín rompió una lanza en favor de todos sus jugadores y aseguró que en el aspecto humano se trata de "maravillosas personas".