Duby Dacic es la primera en salir a estirar antes del entrenamiento vespertino del Al-Qazeres. Su cuerpo (2,01 de estatura) seguro que le exige esfuerzos extra. Después aparece María Romero, que por las mañanas va al instituto (curiosamente, también se llama Al-Qazeres) y por las tardes se une a las mayores. Su lesión parece cosa de otro siglo ya. Las demás se van asomando por la pista con la tranquilidad de saber que hay que trabajar, sí, pero que este fin de semana no hay jornada en la Liga Femenina de baloncesto por los partidos internacionales de las selecciones.

Aunque con precaución, a las jugadoras se les ilumina la cara cuando se les pregunta por la posibilidad de clasificarse para la fase final de la Copa de la Reina, que esta semana se ha confirmado que harán los seis primeros clasificados de la primera vuelta. El Al-Qazeres está justo sexto a falta de cuatro jornadas y encara un camino insospechado cuando todo empezó y el objetivo era la permanencia. No ha dejado de serlo, pero puede haber premios extra.

El sentir del vestuario

«Siempre está ahí, siempre lo piensas. Cuando salió la noticia de que se metían las seis, pues ahí está. Pero está claro que no era nuestra meta desde el principio. Nosotras vamos a seguir a lo nuestro», comenta Miriam Forasté. «Ahora lo que vienen son cuatro partidos muy importantes, de nuestra ‘liga’, y tenemos que sacarlos sí o sí para estar tranquilas», añade la pívot, que la temporada vivió la experiencia copera con el IDK Gipuzkoa. «Éramos anfitriones y fuimos a disfrutarlo al máximo. Fue muy bonito ver el pabellón como estaba», apostilla.

Forasté asegura estar «con mucha confianza», usando casi las mismas palabras que Julie Forster, una de sus compañeras en el juego interior. Para la norteamericana, la Copa no es un tabú. «Es una cosa buena para nosotras que haya más equipos que puedan jugarla», dice. Pero al igual que sus pies se despegan del suelo en busca de todos los rebotes, no se mueven del parquet en sus declaraciones. «Necesitamos estar concentradas en los próximos partidos. Sabemos que podemos entrar, pero no hay que pensar en el futuro, sino solamente en el próximo partido contra Araski», razona en un español bastante mejorado respecto a la pasada campaña.

También ha progresado mucho en la pista («he trabajado mucho este verano, pero como todas hacemos») con el objetivo global de la permanencia. «Eso sigue siendo lo primero. Seguimos con la confianza de que continuaremos la próxima temporada en la Liga Femenina. Es una competición muy dura, pero si juegas bien puedes ganar partidos», razona.

Para Elena Corrales, «la ilusión está ahí», en referencia a intentar acudir a una fase final para la que Salamanca se ha postulado ya como sede para la fase final. «Lo comentamos cuando salió la posibilidad de que podía cambiar la norma, pero no hemos dejado de pensar partido a partido», asegura.

La escolta cacereña considera que «ha venido bien» que no haya partido este fin de semana: «Las jugadoras que estaban tocadas han podido tener un poco más de descanso y volveremos con más fuerza».

Los cuartos de final serían el 10 de febrero con tercero, cuarto, quinto y sexto de la LF como protagonistas (sorteo puro). Primero y segundo esperarían en semfinales el sábado 11, estando reservado el domingo 12 para la gran final.