El juez único de Competición de la Federación Española de Fútbol acordó ayer sancionar con cinco partidos de suspensión al delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo.

Ronaldo, que vio dos amarillas en la ida de la Supercopa disputada anoche en el Camp Nou, es sancionado con un partido por la expulsión y otros cuatro por el leve empujón que le dio en la espalda al árbitro Ricardo de Burgos Bengoechea.

El delantero portugués entró en el campo en el minuto 58, en sustitución del Karim Benzema y vio la primera tarjeta amarilla por quitarse la camiseta tras marcar el 2-1 a favor de su equipo, en el minuto 79. Tres minutos después, vio la segunda, al considerar el árbitro que se tiró en el área, en una pugna con el francés Umtiti.

«Una vez mostrada la tarjeta roja, dicho jugador me empujó levemente en señal de disconformidad», reflejó el árbitro en el acta, al referirse a la reacción del jugador madridista tras ser expulsado.

El Real Madrid envió por la mañana las alegaciones correspondientes, intentando que le retirasen la segunda amarilla al jugador portugués.

Sin embargo, el juez único fundamenta su sanción al considerar, en primer lugar, que el árbitro es la autoridad deportiva «única e inapelable» en el orden técnico para dirigir los partidos, por lo que no es posible revocar una decisión suya «invocando una discrepancia en la interpretación de las Reglas del Juego».

Pese a que el club madridista «considera que la acción del jugador del Barcelona que acompaña en la carrera al jugador amonestado sería antirreglamentaria y, por ende, constitutiva o merecedora de penalti, dicha antirreglamentariedad y punibilidad no son tan evidentes e irrefutables como manifiesta el Real Madrid, en su escrito de alegaciones», añade.

Respecto al empujón al árbitro, Competición destaca: «Nos encontramos en este caso ante una infracción del artículo 96 del Código Disciplinario, que tipifica literal y expresamente, entre otros hechos, la acción de empujar al árbitro de manera ‘levemente violenta’, como acontece en este caso. Dicha acción resulta merecedora de la sanción mínima de suspensión por cuatro partidos prevista en el propio precepto». No es «un acto puramente instintivo», como argumentó el Real Madrid, sino «una injustificada y desproporcionada reacción».

Contra esta sanción, el Real Madrid podrá interponer un recurso ante el Comité de Apelación en el plazo máximo de diez días hábiles.

GOLPE DE AUTORIDAD / El empujón al árbitro fue el final de 25 activos minutos en el Camp Nou. Se le esperaba titular, pero Zinedine Zidane volvió a mostrar su mano de entrenador y el estilo de llevar a las estrellas, para convencer a su referente de volver a ser suplente en una nueva final tras la de la Supercopa de Europa. Pactaron más minutos en la segunda parte y Cristiano salió con ganas de comerse el mundo.Lo consiguió marcando uno de sus mejores goles en un Clásico, ya son 11 en 14 partidos, y ejerciendo un liderazgo absoluto desde que entró en escena para reivindicarse en su eterna lucha individual ante Leo Messi.

La realidad entre un Barcelona en plena reconstrucción que aún asume el golpe anímico de perder a un futbolista de la magnitud de Neymar y un Real Madrid en etapa de éxito con sus pilares asentados, se vio en el once con todo lo que tiene de Ernesto Valverde y la profundidad de banquillo de Zidane. El partido se decantó con los cambios. La entrada en escena de Cristiano, Marco Asensio y finalmente Lucas Vázquez. El duelo en la pizarra también cayó del lado del técnico madridista. Después del 1-3, muy difícil será que el conjunto azulgrana logre remontar mañana en el Santiago Bernabéu.