Dos nombres japoneses (Tadahiro Nomura y Ryoko Tani) coparon ayer las dos primeros oros que repartió el torneo olímpico de judo. Otro nombre del lejano oriente rozó metal, pero se tuvo que conformar con el quinto puesto y el primer diploma para España. Kenji Uematsu, de 27 años, rondó el podio hasta la prórroga de su combate por la medalla de bronce de la categoría de menos de 60 kilos con el mongol Khashbaatar Tsagaanbaatar, pero una discutible decisión arbitral le dejó con la miel en los labios.

"Espero que al menos esto sirva para animar a mis compañeros y que vean que tienen posibilidades", dijo ayer, compungido. Uno de los que tiene muchas opciones es su hermano menor Kiyoshi.