La selección española de balonmano demostró que puede aspirar, y con todos los méritos, a lo máximo en el Campeonato de Europa, tras empatar 24-24 con la todopoderosa Francia.

Toda una lástima para el equipo español que demostró estar hecha de la pasta de los campeones, tras remontar en la segunda parte una desventaja de hasta seis goles (18-12). De la mano de Alberto Entrerríos, que asumió la responsabilidad ofensiva en los últimos minutos, España llegó a situarse con un gol de ventaja (23-24) y con la posesión de balón a menos de un minuto de la conclusión. Sin embargo, una inoportuna perdida de balón acabó con las opciones españolas de sentenciar al conjunto galo, que igualó (24-24) por medio de un penalti convertido por Joli.