A principios de julio, la Federación Extremeña de Fútbol recibía una invitación por parte de la RFEF para participar en el Campeonato de Selecciones Autonómicas de Fútbol Playa que se celebraría en Melilla. Casi sin tiempo para preparar el campeonato, un conjunto de diez intrépidos extremeños fueron reclutados a toda prisa por el placentino David Salvo, un apasionado del fútbol, que asumió el papel de seleccionador.

Los jugadores realizaron un único entrenamiento en Miajadas, apenas unas horas para familiarizarse con una superficie, un balón y unas normas muy diferentes a las que estaban acostumbrados. Solo diez días después, emprendía rumbo a Melilla para participar en el primer Campeonato de España.

El objetivo con el que los extremeños era aprender lo máximo posible de esta nueva disciplina para ganar experiencia de cara a futuros campeonatos, por lo que la sorpresa fue mayúscula cuando en la primera jornada arrancaron dos victorias en sus dos primeros enfrentamientos ante Baleares (5-2) y Cantabria (6-3), llegando a cuartos. Ese mismo día llegó la primera derrota, un 3-12 ante Canarias que los extremeños asumieron con total normalidad. La trayectoria fulgurante de los chicos de David Salvo la truncó en cuartos de final la selección de la Comunidad Valenciana (4-3). Ya en su último partido, válido para la lucha por el quinto puesto, Extremadura se midió a la anfitriona Melilla, a la que superó 3-2.