En los inicios de competición, en ocasiones, las sensaciones prevalecen sobre los resultados. Así lo justifican muchas veces los entrenadores, quienes lejos de preocuparse sobre si la pelota entró más o menos, priorizan sobre la adaptación de sus jugadores a los conceptos, la estrategia o la pizarra que durante la semana tratan de exhibir a los suyos. Pero la velocidad del fútbol suele conectarse en otras ocasiones con la impaciencia de la grada. Y ahí, los resultados, empiezan a gritar por encima de las dinámicas. Solo el Extremadura ha podido aunar ambas cosas, mientras que el resto de clubs extremeños de Segunda B andan todavía tratando de conectar estas dos variables.

El recital azulgrana sobre el Marbella ha despertado el optimismo en Almendralejo. El partido de los de Agustín Izquierdo ha disipado las dudas de las dos primeras jornadas y son varias las claves que explican esta metamorfosis. Para empezar, la intensidad del plantel. Ante el Marbella, los azulgranas no bajaron el pistón ni un solo minuto y con el 3-0 a su favor fueron a por el cuarto de manera descarada. Contundente. Otra clave es el cambio de dibujo. Izquierdo ha sacrificado un pivote defensivo para meter un volante de creatividad más adelante. Fue Airam Benito el beneficiado y quien cumplió a la perfección ese papel: «Sabemos la competencia que hay en este equipo y yo he estado esperando pacientemente mi oportunidad. Me he sentido muy cómodo, pero esto ya no vale para nada. Ahora hay que pensar ya en el próximo domingo». Y la otra clave es Willy. El de Torremejía transforma el carácter de su equipo cuando está en el campo. Ya lleva dos goles y sus compañeros alaban el derroche físico que provoca el agotamiento de los defensas rivales.

La mala noticia fue las lesiones de Kike Márquez y Jairo. El primero se resintió de una contractura en el muslo. El segundo sufrió un fuerte calambre muscular y está pendiente de pruebas para saber el alcance de la lesión. El club ha organizado un viaje para sus aficionados de cara al desplazamiento a La Línea. Entrada y viaje saldrá por 25 euros.

Preocupación

La alerta se enciende en el Romero Cuerda. El Villanovense no carbura y, de momento, no sabe lo que es ganar en el verde. Tres derrotas (dos en liga y una en Copa) y un empate en cuatro partidos. Los serones viven medianamente tranquilos por el triunfo provisional que han logrado en los despachos ante el San Fernando, aunque falta que Apelación se manifieste para confirmar la victoria.

La realidad es que los serones no terminan de tomarle el pulso a la liga y su principal talón de Aquiles está siendo el acierto a portería. «Generamos muchas ocasiones, pero tenemos un porcentaje muy bajo de acierto. En Copa del Rey nos ha pasado lo mismo. Sabemos que son rachas de los delanteros, pero tenemos que cortarlas cuanto antes», apuntaba Iván Ania, el entrenador, tras el choque ante Las Palmas Atlético. El Villanovense solo ha marcado un gol en liga. Y ha sido de penalti. De Tapia. En Canarias, el debut de Dieguito le dio mayor frescura en ataque, pero el palo evitó el gol del solanero.

Los serones preparan desde ayer el próximo choque ante el Jumilla. Es posible que sea más que un partido para la credibilidad de Iván Ania en el banco serón.

Modo Copa

Tampoco carbura todo lo fluido que quisiera el Mérida, que ha cosechado dos derrotas en sus dos únicas salidas (Marbella y Granada). Los romanos siguen mostrándose bastante débiles en defensa. En un partido insulso, el filial nazarí les cazó un gol en un error de cobertura a balón parado. Tampoco puede presumir de acierto el equipo de Nafti, que solo ha marcado dos goles en competición y ambos fueron en el arreón final en el Romano ante el San Fernando.

El Mérida se centra ahora en la Copa del Rey. Mañana (20.30 horas) juega la segunda eliminatoria a partido único en el estadio Fernando Torres de Fuenlabrada. El equipo madrileño ha confeccionado un potentísimo bloque, con la incorporación última del mediático Cata Díaz, pero en casa no ha logrado ganar en sus dos partidos de liga.

En Mérida todavía esperan más del equipo de Nafti. El preparador franco-tunecino también se juega mucho crédito en sus dos próximos encuentros. De los resultados también dependerá que la afición crea en su fútbol.

Sin fortuna

Quizá la peor de las suertes se la está llevando el Badajoz. Ante el Recreativo de Huelva se le escaparon de nuevo dos puntos por un chupinazo de Rafa Vicente a la escuadra cuando los de Juan Marrero contaban con renta a su favor.

Una de las mejores noticias es el excelente estado de forma de Juan Ramón Ruano. El de Usagre dice que «aunque las sensaciones del equipo son buenas, el sabor del empate es agridulce. El Recre se llevó mucho con muy poco». Ruano confiesa que es necesario ganar un partido cuanto antes, «pero con esta actitud estamos convencidos de que los resultados van a llegar».

El centrocampista blanquinegro tuvo palabras de elogio para la afición del Badajoz por su entrega desde la grada del Nuevo Vivero. También fue autocrítico y dijo que «nos falta más definición en ataque, pero no solo lo digo por los delanteros, sino por toda la parte ofensiva del equipo».

El Badajoz aún no ha ganado partido alguno, aunque en todos los encuentros ha estado más cerca de la victoria que de la derrota. El próximo domingo tiene un difícil encuentro en el estadio de Santo Domingo ante el El Ejido.