Como si de una película se tratara, el entrenador del Mérida, Fabri González, pidió al final del partido en Mazarrón que "la producción se tiene que portar mejor con los jugadores", refiriéndose a que los viajes deben estar mejor organizados, para que los jugadores puedan estar lo más cómodos posibles en los desplazamientos, sobre todo en los que son como el del fin de semana pasado, en el que el recorrido, de oeste a este de la península, fue de 700 kilómetros.

SATISFACCION Con respecto al encuentro en sí, Fabri volvía a felicitar a sus jugadores "porque a este rival hay que saber jugarle y creo que lo han hecho de forma muy aceptable. Hemos sabido esperar nuestro momento y dar el hachazo en el momento oportuno, una falta suya se ha convertido en un contraataque perfecto nuestro, hemos marcado y se ha acabado el partido".

A pesar de lo abultado del resultado, Fabri reconoce que "ha sido un partido muy difícil que nos ha costado muchísimo sacar adelante porque ya sabemos que el rival es un equipo muy competitivo que lucha hasta el final, sobre todo delante de su afición".

Recordaba el entrenador emeritense que "el Mazarrón es un equipo que no había perdido en casa, había ganado al Cartagena, uno de los ogros, a Ecija que está arriba, y había empatado con Linares, que pasó muchos apuros para sacar un punto".

CONFIANZA Así pues, cree que esta victoria "tiene mucho mérito y debe darnos confianza". Con respecto a las dos jugadas polémicas del partido, una en la que pudo ser expulsado Orlando Quintana y el penalti protestado por los locales, Fabri afirma de la primera que "no es expulsión porque no es ocasión clara de gol" y de la segunda asegura que "no la pude ver, pero si da en la mano no hay intención".

Eso sí, señala que "con un 0-3 es mejor que no se quejen tanto del árbitro y aprendieran a defender ciertas cosas del fútbol real". La única baja a día de hoy para la visita del Marbella es la del central Mansilla por acumulación de tarjetas.