Un dato avala la nefasta temporada del Cacereño. El año pasado, en la misma jornada, la número 29, el equipo ocupaba el segundo lugar, con 53 puntos. Este año es antepenúltimo, con menos de la mitad (25).

El conjunto verde encara su semana decisiva con esta sonrojante comparativa clarificadora. El encuentro del domingo ante el Betis B es una final anticipada, aunque ganar sólo garantizaría seguir en la lucha por no descender a Tercera División. Aunque el entrenador, Ismael Díaz, insistiera el domingo en que aún quedaría mucha liga, en el club verde se piensa que todo pasa por superar al filial bético. Perder, aunque matemáticamente no fuera decisivo, sí sería el golpe definitivo a cualquier sueño.

El año pasado, tras esta misma jornada, el equipo sufrió un antes y un después. Hace justamente 12 meses, la derrota en Cartagena (1-0) desplazó a los verdes del primer al segundo lugar. La recta final dictaría sentencia: el Cacereño cayó en barrena y, hasta el final del campeonato, sólo lograría dos triunfos, quedando desplazado de los cuatro primeros lugares que darían opción a jugar la liguilla de ascenso, en la que los cuatros clubs del grupo IV subirían: Algeciras, Ciudad de Murcia, Málaga B y Cádiz.

COMPLICACION "El año pasado, el Cacereño mereció jugar la liguilla". Lo dijo todo un clásico de la Segunda B, Paco Chaparro, entrenador del écija, tras el choque del domingo. El concepto del extécnico del Extremadura sobre el equipo extremeño ha cambiado y ahora dice que "será muy complicado que se salve, aunque una ciudad como Cáceres se merece estar al menos en Segunda División B".

El año pasado no había presión alguna. Incluso, no llegar a la liguilla de ascenso no supuso una frustración especial en el Cacereño. La temporada se calificó como "muy buena", pese a que el equipo no luchó por subir finalmente. En éste, la indignación es generalizada: la afición verde ya se ve en Tercera.

Con el presidente, Félix Campo, insistiendo en que mantendrá al entrenador, Ismael Díaz, "pase lo que pase", significados seguidores verdes tratan de hablar con el propio Campo para plantearles su malestar. Sin embargo, el descontento con el empresario es también palpable: el presidente de la peña Los Castúos, José Diego Rodríguez, manifestó el domingo que había pedido hablar con Campo en cuatro oportunidades, pero no había sido recibido. Los peñistas del Escuadrón Verdiblanco también están especialmente críticos con la situación: tras el duelo ante el Ecija, abroncaron al técnico a la salida del estadio. Este colectivo viajará a Sevilla.