Los grandes del fútbol europeo no parecen demasiado interesados en buscar refuerzos en el mercado de invierno, que durante todo el mes de enero ofrece la posibilidad de recomponer las respectivas plantillas.

Sólo el Chelsea del magnate ruso Roman Abramovich, que parece no tener suficiente con los 160 millones de euros que se gastó al comienzo de temporada, y el brasileño Rivaldo, un campeón del mundo sin equipo, parecen animar el periodo establecido por la FIFA para fichar a mitad de temporada.

El fútbol español, que cumple ahora diez años desde que estableciese esta posibilidad de reestructurar las plantillas y ha fijado el segundo plazo de inscripción de jugadores del 2 de enero al 2 de febrero, no es ajeno a esta tendencia que se da ahora.

Ni el Real Madrid, actual campeón y líder, encuentra motivos para acudir a un mercado que, en su opinión, le ofrece jugadores que no mejoran lo que tiene, ni el Barcelona, en crisis y con el 90 por ciento de su afición favorable a nuevas contrataciones, parece dispuesto a entrar en la puja por supuestas estrellas.

EL MURCIA, ANIMADOR De hecho, ha sido el Murcia el inesperado animador del fin de año. El conjunto que dirige Joaquín Peiró ha despedido a seis jugadores y ha contratado a otros tres, antes de que comience 2004.

El central Iván Hurtado, internacional en cien ocasiones con el que espera tener tirón en la comunidad ecuatoriana, el argentino Leonel Pipa Gancedo, que no demostró en Osasuna las condiciones que acreditó en River Plate, y su compatriota, el meta Roberto Bonano, sin ficha en el Bar§a, son sus novedades.

El francés Luis Fernández se trajo a otro argentino, Mauricio Pochettino, de vuelta al Espanyol y el Villarreal ha aumentado su cuota de jugadores del Boca Juniors con la contratación de Sebastián Battaglia, el alma del centro del campo del campeón Intercontinental.

En Inglaterra, Abramovich vuelve a capitalizar la atención, porque está dispuesto a gastarse otros 140 millones de euros para convertir al Chelsea, tercero en Liga y octavofinalista de la Copa de Europa, en un club campeón.

Pocos escapan al interés del oligarca ruso, que ha tentado a la mitad de los galácticos del Real Madrid y, ahora, vuelve a la carga con el central argentino Ayala (Valencia) y sondea la situación del italiano Christian Vieri (Inter) y del francés David Trezeguet (Juventus).

La llegada de otro millonario, Eddie Davies, le permitirá al Bolton no sólo no vender al francés Yuri Djorkaeff y al nigeriano Jay Jay Okocha, sino conseguir la cesión del español Javi Moreno (Atlético de Madrid), mientras que el francés Arsene Wenger ha recibido permiso de los dirigentes del Arsenal para reforzar el equipo "siempre que exista una buena calidad-precio".

En Italia, la crisis económica de la empresa láctea Parmalat ha despertado el interés de muchos clubes, que esperan aprovecharse del complicado futuro que afronta el Parma.

El japonés Hidetoshi Nakata, con toda la legión de seguidores nipones que arrastra, puede comenzar el año 2004 con los colores del Bolonia, mientras que el brasileño Adriano puede regresar al Inter, que está dispuesto a recomprar al que fuera su jugador, por 27 millones de euros.

Por encima de todos, sin embargo, destaca la situación del brasileño Rivaldo, una de las estrellas del Mundial de Corea-Japón 2002 que, tras no encajar en los planes del Milán, se encuentra sin equipo.

A Rivaldo, que tiene ofertas del Benfica y el Oporto, del Espanyol y del América mexicano, se le ha ofrecido ser embajador deportivo de Río de Janeiro, si ficha por alguno de los cuatro clubes de la ciudad (Botafogo, Vasco, Flamengo o Fluminense).