No cayó ni una gota. Michael Schumacher no pudo ejercer de meteorólogo autóctono para Ferrari porque un sol radiante lució sobre Hockenheim. El chaparrón llegó de otro lado, desde McLaren. El huracán tenía nombre inglés: Lewis Hamilton. La exhibición del chico de Ron Dennis dejó tiritando a la scuderia. Ritmo frenético, decisión en los adelantamientos, consistencia, fe ciega en la estrategia del equipo... Menuda exhibición del muchacho dos semanas después de aplastar a sus rivales bajo la lluvia de Silverstone. El mordisco es de cuatro puntos sobre Felipe Massa (tercero ayer) y ocho sobre Kimi Raikkonen (sexto), pero la contundencia con la que se deshizo de sus vecinos en el liderato compartido ha dejado ojipláticos a los hombres de Maranello, a todos sin excepción.

El abuso comenzó pronto. En Ferrari confiaban en el ritmo de Felipe Massa, en la posibilidad de que el brasileño fuera una vuelta más largo en el primer stint, para plantar cara a Hamilton. Tururú. El inglés sacó el látigo y vuelta a vuelta fue fustigando la moral de Massa, la de su compañero Heikki Kovalainen y la de Robert Kubica, el cuarto en discordia en el mundial. ¡Plas!, cinco décimas en la primera vuelta; ¡plas!, siete en la segunda; ¡plas!, seis en la tercera... En 13 vueltas distanció a Massa hasta los nueve segundos. Los dos con la misma carga de gasolina, ambos con neumáticos duros, cara a cara, sin nadie que les molestara.

El castigo resultó demoledor. "No sabemos por dónde nos han cogido tanta diferencia", reflexionó Marc Gené, tercer piloto de Ferrari. "Parecía que en la calificación todo estaba más parejo, pero nos han dado una paliza". Y tanto. Más de medio segundo por vuelta, como para echarse a temblar. McLaren golpeó a Ferrari, sí, pero Hamilton también castigó a su compañero Kovalainen: un segundo por vuelta. Otra paliza.

TROMPO DE ALONSO Por detrás del trío de cabeza, la carrera entró en un estado de convulsión constante. Fernando Alonso fue adelantado por Kimi Raikkonen y Robert Kubica en el intento del español por rebasar a JarnoTrulli. El calvario del asturianono acabó ahí. Tras la primeraronda de repostajes, SebastianVettel, con un Toro Rosso, TimoGlock (Toyota) y Nick Heidfeldganaron también la posición aAlonso, que, desquiciado, acabósuperado por Rosberg tras untrompo.

Solo un piloto, Nelsinho Piqueteligió la estrategia a una paradapara buscar la remontadadesde la 17ª posición. Entró a sugarage en la vuelta 35 cuandoiba en la 13ª plaza y, cosas deldestino, en ese mismo giro el Toyotade Timo Glock rompió eltrapecio de su rueda trasera derechay comenzó a sembrar larecta de piezas tras golpear conviolencia el muro. Todos los pilotosque iban a dos paradas seapresuraron a entrar en el box,todos menos Hamilton, Heidfeldy, por su puesto, Piquet. Los trespasaron a comandar la carreramientras se formaba un fenomenalbarullo en la calle de boxes.Vettel y Alonso estuvieron a puntode tocarse y Raikkonen se vioobligado a esperar que losmecánicos finalizaran el repostajede Massa, lo que lanzó al finlandéshasta el puesto 11°.