Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, pasó la noche sin novedad en su estado tras sufrir el domingo en el estadio Vicente Calderón una indisposición en el descanso del encuentro de su equipo contra el Deportivo, y se recupera en su domicilio de la zona norte de Madrid.

Gil abandonó el estadio antes de que concluyera el partido, tras ser examinado por el jefe de los servicios médicos del club, José María Villalón.

Después de atenderle en el antepalco del estadio, el médico, siempre por precaución, recomendó a Jesús Gil que se marchara a su domicilio. Según confirmaron a Efe fuentes cercanas al presidente desde su residencia madrileña, su salud no registra la menor gravedad tras el susto de ayer.

EL FRIO... Y LA BRONCA

El presidente del Atlético fue intervenido quirúrgicamente el pasado 3 de enero para implantarle un marcapasos debido a una arritmia cardiaca. El frío reinante en el estadio (Madrid vivió esta pasada noche temperaturas siempre bajo cero), la tensión del momento, ya que fue duramente increpado por miles de seguidores que se posicionaron a favor del entrenador Luis Aragonés, tras la polémica de la pasada semana en la que atacó a varios futbolistas y que estuvo a punto de costar la marcha del técnico, unido al poco tiempo que ha pasado desde su operación, recomendaron a Gil abandonar el estadio.