Florentino Pérez dio ayer el primer golpe de efecto en su nueva etapa como presidente del Madrid. Esta vez no fue uno de los jugadores emblemáticos del Barcelona, como Luis Figo en el año 2000, sino una de las estrellas que el club blanco perseguía desde hace tres años, cuando Ramón Calderón lo incluyó como prioridad en su proyecto. Ocho horas después de presentar a Manuel Pellegrini como nuevo entrenador del Madrid, Pérez dio el primer paso para la contratación de Kaká en sus oficinas de ACS junto con Adriano Galliani, vicepresidente del Milan; Bosco Leite, padre y representante del jugador; y Ernesto Bronchetti, intermediario de la entidad blanca.

Apenas un día después de que el centrocampista brasileño asegurase que quería continuar en el equipo italiano y que daba por cerrado el capítulo de las negociaciones con la entidad madridista, su futuro blanco se abrió de par en par. El acuerdo entre el Madrid y el Milan es total. La entidad blanca pagará 65 millones de euros por el astro brasileño. Se trata del fichaje más caro de la historia después del de Zinedine Zidane (72 millones de euros), con el que Pérez vuelve a reventar el mercado. Solo la interferencia a última hora del Abramovich, que ofrece más dinero al jugador, frenó la confirmación oficial de la operación.

PRESION DE ANCELOTTI Sobre las ocho de la tarde, se dio por hecho el fichaje. Media hora más tarde, sin embargo, se filtró que el padre del jugador exigía el doble de lo ofrecido por el Madrid a Kaká, al parecer con una oferta del Chelsea bajo el brazo. Carlo Ancelotti, que el lunes firmó como nuevo técnico del conjunto londinense, presionó a Abramovich para no dejar escapar al jugador del Milan. Fuentes madridistas, por contra, aseguraron que la contratación está prácticamente hecha y que solo quedaban unos flecos para terminar de cerrarla.

Hasta el propio Berlusconi, dueño del Madrid, se hizo a la idea de perder a su estrella. "Será difícil retener a Kaká", dijo. El club blanco pagará a Kaká nueve millones de euros netos por cada una de las cinco temporadas que militará en el Madrid. El jugador cederá a la entidad de Concha Espina el 50% de los derechos de imagen. La idea de Pérez es presentar al centrocampista madrileño la próxima semana. Kaká está concentrado con su selección en Florianópolis, ya que el sábado Brasil juega contra Uruguay.

El jugador del Milan mantuvo contactos con su padre durante toda la tarde de ayer. Inicialmente, se habló de incluir algunos futbolistas del Madrid para abaratar el fichaje. Se apuntaron los nombres de Robben y Sneijder y el pago de 35 millones, pero finalmente se acordó la cifra de los 65 millones.

NEGATIVA Ayer, antes de la reunión en ACS, el jugador todavía insistía en que su deseo era seguir en el Milan. "Lo digo por última vez. No quiero irme. Os lo pido por favor. Escríbalo. Quiero continuar ganando con el Milan", declaró Kaká en La Gazetta dello Sport .

En la concentración brasileña en Teresópolis, el jugador evitó a los medios que trataron de recabar información sobre su traspaso al Real Madrid. La principal consigna de la selección que dirige Dunga es aislarse de todos los rumores sobre traspasos que le puedan distraer. Felipe Melo (Fiorentina, objetivo del Inter) es otro de los jugadores que es centro de las especulaciones.

Sin embargo, y a pesar de que la noticia no acabó de fructificar ayer, el viejo sueño del madridismo parece estar a punto de hacerse realidad con el fichaje de Kaká. Nadie duda de que Florentino Pérez está dispuesto a tirar la casa por la ventana para hacer en un año lo que tendría que realizar en tres. Tras Kaká, el siguiente en la lista es Xabi Alonso.