El Madrid es un polvorín. La sexta eliminación en octavos de la Champions ha supuesto un cataclismo en las estructuras del club blanco. Nadie se salva. El proyecto de Florentino Pérez puede estar claramente en peligro, Manuel Pellegrini está sentenciado y el vestuario puede estar enfrentado, tal como se pudo comprobar tras el encuentro ante el Lyón.

Los jugadores piden perdón y se agarran a la Liga como única tabla de salvación. El meta Casillas volvió a dar la cara ayer para apoyar al técnico y resumir el sentimiento tras el nuevo naufragio europeo. "Es una frustración no conseguir los objetivos, pero tenemos que levantarnos de este duro golpe", declaró el portero blanco.

La superproducción que anunciaba Jorge Valdano en pretemporada se ha venido abajo. El Madrid sin un largo recorrido en la Champions es nada o casi nada, piensan muchos. La derrota ante el Lyón ha supuesto un colapso en la entidad de Concha Espina. El Madrid no sabe lo que es pasar a cuartos de final desde el 10 de marzo del año 2004, cuando eliminó al Beyern Múnich. De las 12 ocasiones en las que el club blanco ha caído en octavos en toda su historia, la mitad se han producido en las seis últimas campañas y con entrenadores diferentes.

La del miércoles, realmente no la esperaba nadie. Tampoco Pellegrini, al que casi nadie ve en el banquillo blanco la próxima campaña, pese a que el técnico chileno mantiene que "este no es un proyecto de un año". De momento, los jugadores le apoyan. "Que esté muy tranquilo, que tiene el apoyo de todos los jugadores. El mío y el de los 23 restantes. Lo fácil es mirar hacia el técnico, pero los principales culpables somos los jugadores", dijo ayer Casillas.

Sin embargo, en el horizonte vuelve a aparecer la figura de José Mourinho, técnico del Inter vuelve a tomar fuerza. Así lo aseguraba ayer el diario británico The Times. Desde luego, el que no está por la labor de relevar al entrenador es Valdano. "Lo del banquillo no es una opción razonable en estos momentos", manifestó el director general.

CRITICAS INTERNAS El otro gran borrón tras la derrota europea fue el enfrentamiento verbal entre los jugadores. Las palabras de Guti criticando el exceso de individualismo en el equipo fueron contestadas por Casillas, que pidió tranquilidad. Otros jugadores tampoco fueron ajenos a los reproches. "Esto no tiene por qué pasar", lamentó Granero.

Arbeloa, por su parte, pidió unidad para encarar la Liga. "Si hay que decirse las cosas a la cara, habrá que hacerlo", declaró el lateral blanco en El Larguero. Eso se hizo ayer en el vestuario, tal como confirmó Casillas. "Hemos hablado cara a cara. También lo hicimos por teléfono después del partido y hemos decidido tender la mano al compañero y animarnos entre todos", dijo Iker. Ayer, Ronaldo suspendió un acto publicitario de una bebida isotónica. El jugador alegó motivos familiares. El acto se iba a llevar a cabo en la sala de prensa del Bernabéu.

Seguramente le hubieran preguntado si al Madrid le alcanza esta plantilla para estar a la altura de los mejores de Europa. Un debate que vuelve a tomar vigencia tras el nuevo esperpento europeo. Casillas no dudó en abordar ese asunto. "Hay un equipo hecho y formado que va a dar muchas alegrías. El presidente ha hecho un esfuerzo enorme, pero hemos tenido dos pinchazos serios, como el de Alcorcón y el Lyón. El equipo está en plena formación y va a ir a más. Hay equipo para las tres competiciones", apuntó Iker.

SIN PRECEDENTES Nunca en la historia del Madrid había estado seis temporadas sin superar los octavos de final de Liga de Campeones. Su último verdugo, el Olympique de Lyon, se convierte en su auténtica bestia negra europea. Se han enfrentado en seis ocasiones y no ha sido capaz de derrotarle en ningún partido. Tres empates en el Bernabéu y tres derrotas en Gerland son su pobre balance. Se convierte el Lyon en el equipo al que más veces se ha enfrentado el Madrid y no le ha vencido en Europa. Lo ha hecho en seis ocasiones. Le sigue el Liverpool, al que no lo ha hecho en tres encuentros.

El otro gran poso de amargura en el madridismo es la posibilidad de que el Barcelona juegue la final de Champions en el Santiago Bernabéu.