ESTUDIANTES: Albil; Rodríguez, Cellay, Desábato, Ré (Rojo, min.90+1); Díaz, Benítez (Sánchez, min.76), Verón, Braña; Enzo Pérez (Máxi Núñez, min.79) y Boselli.

BARCELONA: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal; Xavi, Busquets (Touré Yaya, min.79), Keita (Pedro, min.46); Messi, Ibra y Henry (Jeffrén, min.82).

GOLES: 1-0, min.37: Boselli. 1-1, min.89: Pedro. 1-2, min. 110; Messi.

ARBITRO: Benito Archundia (México). Amonestó a Messi, Días, Clemente Rodríguez, Enzo Pérez, Henry, Rojo y Valdés. Expulsó a Desábato (min.119) por doble amarilla.

El argentino Lionel Messi, el mejor jugador del mundo, dio el triunfo al Barcelona en la final del Mundial de Clubs al marcar con el pecho, con el escudo, en el minuto 110, el gol de la victoria (1-2) del conjunto catalán sobre el argentino Estudiantes de La Plata. Tenía que ser él quien estaba llamado a dar la estocada en el partido que debía decidir el campeón del mundo.

Como en Wembley, cuando el Barça se proclamó campeón de Europa en 1992, el conjunto azulgrana se adentró peligrosamente en la prórroga, de donde volvió a salir campeón. Esta vez ante el Estudiantes, ya ganador en 1968, y que estuvo a punto de agarrar el segundo trofeo intercontinental. Pero se le escapó por un minuto, después de que Pedro, en el 89, empatase el partido.

El equipo de Guardiola lo intentó hasta el último suspiro y tuvo oportunidades de empatar en más de una ocasión, y a punto estuvo de esfumarse el sexto título del año (Liga, Copa, Champinos las Supercopas de Europa y España), de no ser primer por el pequeño Pedro y después por el crack de los crakcs , Leo Messi.

Estudiantes se apuntó en la libreta de deberes que el Barcelona flaqueaba en los balones largos y altos, y lo probó a las primeras de cambio para tantear al adversario, que aún sabiendo que por aquí adolece de intensidad parece no haber tomado nota de cómo resolver los males.

El Barcelona no estaba cómodo. Igual que contra el Atlante mexicano, que ha acabado cuarto tras perder en los penaltis con el Pohang Steelers, los de Guardiola tenían problemas en todas las líneas, ya que el centro del campo, ni tenía espacios ni recibía con comodidad.

Estudiantes no le perdió el pulso al partido ni tampoco olvidó la idea con la que podía dar un golpe letal al Barcelona.No debió esperar mucho para abrir el tanteador con un centro, cuando Mauro Boselli se coló entre Puyol y Abidal para meter la cabeza y enviar el balón al fondo de las mallas (1-0).

CAMBIOS DECISIVOS En el segundo tiempo, Guardiola volvió a echar mano del banquillo sin más dilaciones y puso al siempre combativo Pedro en lugar de Keita, con el fin de fijar las bandas con dos jugadores, y que Ibra y Messi entrasen desde atrás.

El Barcelona empujaba y, con su juego de combinación o a través de acciones de coraje intentó igualar el tanteador. El acoso culé empezó a ser mayúsculo y entonces sí que Estudiantes se replanteó el partido. No le importó dar unos pasos atrás.

En los últimos minutos, Estudiantes se vio completamente desbordado hasta que llegó el gol de Pedro en el 89 (1-1), que envió de cabeza por encima del meta, provocando el delirio.

El partido llegó a la prórroga con un Barça más entero. No fue hasta el segundo cuarto de hora cuando los culés pusieron la directa y de un centro preciso de Alves, Messi puso el pecho para acompañar la pelota al fondo de las mallas y establecer el 1-2 y, en definitiva, propiciar que el Barça lograse por primera vez el Mundial de Clubs y provocar las lágrimas en el rostro de Guardiola, el creador del Barça de las Seis Copas .