Ya no hay esperanza para el piloto norteamericano Nicky Hayden (Owensboro, EEUU, 1981), que, el miércoles, mientras se entrenaba en su bicicleta no respetó, según todas las informaciones, un stop en la carretera entre Riccione y Tavoleto, en Italia, y fue arrollado por un Peugeot, conducido por un joven treintañero, que no pudo evitar que el campeón del mundo de MotoGP, con Honda, en el 2006, se estrellase en la luna delantera de su coche y sufriese múltiples lesiones en la cabeza, de las que, según han reconocido los médicos que le atienden en el hospital Maurizio Bufalini, de Cesena (Italia), será muy difícil que se recupere.

El último parte médico de ayer, señalaba «las condiciones extremadamente graves» que vive Hayden, el politraumatismo y «el pronóstico reservado» que padece, descrito por los doctores, que insisten en «los gravísimos daños cerebrales» que sufre Hayden.

Es más, ahora que Rose, la madre de Nicky, y Tommy, su otro hijo (su padre, Earl, no ha podido viajar a Italia), se acaban de instalar en Cesena, será el momento de tomar decisiones, ya que la situación es desesperada. Hasta ahora, Hayden ha estado acompañado de Jacky, su novia, que solo recibía la información médica, pero no podía tomar decisión alguna sobre Nicky.