El vicepresidente deportivo del Cacereño, Juan Ojalvo, se defendió ayer de las críticas expresadas en este diario por antiguos jugadores y directivos del club verde por la configuración de la plantilla y los malos resultados. El veterano directivo aseguró que seguirá en el club "hasta cuando me dé la gana" y que la solución a la marcha del equipo "es el dinero".

En este sentido, aseguró que "si se quieren traer jugadores más contrastados habrá que tener más dinero" aunque, dijo, "siempre lo pone una misma persona" en alusión al presidente Félix Campo. Sobre los ingresos del bingo, negó que sea "el negocio" del salmantino: "De la parte administrativa no sé nunca nada. Llevo lo deportivo y se acabó". También hizo hincapié en la falta de socios y de ayudas públicas y reconoció que el presupuesto de la plantilla "es de la mitad para abajo" en la Tercera y que el equipo "responderá".

CONTRA MARCOS Pero el centro de las críticas del vicepresidente se dirigieron al exentrenador Angel Marcos, que le había señalado, sin nombrarle, de ser el responsable de configurar una plantilla que, dijo, "ha convertido al Cacereño en un equipo del montón". Ojalvo le acusó de "no haber seguido en el Cacereño por un problema de dinero con el presidente" y aseguró que pretende responsabilizarle de su salida del club hace tres años.

A pesar de ello, dejó claro que no contaría con él y desveló que el conflicto estuvo relacionado con el contrato del técnico: "El presidente le dijo una cantidad y él la fraccionó como le dio la gana. Luego Campo, por no discutir con él, se la pagó. Al año siguiente, se la tenía guardada cuando llegó la renovación", subrayó. Ojalvo aseguró que su conciencia "siempre ha estado tranquila" y calificó de "patochada" la crítica en este diario del aficionado Quico Rodríguez.