Hizo el triple definitivo del ascenso a LEB Oro ante el Guadalajara, pero quería más. Ayer volvió a lucirse en la ciudad que le ha acogido durante los últimos dos años. El capitán verdinegro, Luis Parejo, protagonizó los mejores minutos de la tarde con su discurso en el salón de plenos del ayuntamiento, al punto de ganarse la complicidad de todos.

Durante su amena intervención, la audiencia casi ni pestañeó ante los continuos guiños, incluidos a los juniors campeones de Extremadura, allí presentes. Dinámico y jocoso, mostró un perfil fuera del academicismo que acompaña a este tipo de actos.

"Unión, sacrificio y entrega". Parejo inició su speech en plan moderado y apelando al tópico para explicar el éxito de la temporada, pero tras ello se soltó, justamente después de que, en la línea de la tarde, pronunciara un explícito: "no nos gustaría que esto se quedase en nada". "Esta llama se ha reavivado", proclamó, recordando incluso el ascenso a la Liga ACB después de 23 años de aquella gesta.

Los nombres

Y comenzó a nombrar a gente para dibujar la particular "gran familia" del Cáceres: Ñete Bohigas, el técnico, "el padre que nos llevó de cañas el primer día y nos enseñó la ciudad"; Roberto Blanco, el ayudante, considerado como la "madre"; Mario Hellín (preparador físico), "el hermano mayor" o Pepe (utillero), "el hermano pequeño al que regañar". Además, hubo más protagonistas: Emilio de Alba, el delegado, "el tito"; o la "tía coñazo" o el jefe de prensa, Jorge García. Hubo más, alguno más.

Todos ellos tuvieron su cuota en el solidario discurso de Luis Parejo, así como también el presidente, José Manuel Sánchez, o los directivos Pedro Núñez, Eduardo Chacón, Abelardo Martín o Paco Rodríguez, más trabajadores más anónimos del club "son partícipes" del ascenso, subrayó el capitán, que concluyó con un "Cáceres es ciudad de oro" que antecedió a los aplausos más sonoros de la tarde. Parejo había conseguido otro triple... de micrófono.