El himno de España fue silbado de nuevo por un sector del público que acudió a la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Alavés en el estadio Vicente Calderón, en la ceremonia previa al inicio del encuentro entre ambos equipos.

Después del recibimiento a ambos conjuntos, con un mosaico con banderas azules y blancas en la zona de aficionados vitorianos y con colores azulgranas, por arriba, y rojo y amarillo, de la bandera catalana, por abajo, en la parte de seguidores barcelonistas, comenzó a sonar el himno español y a la vez silbidos procedentes de las gradas, con los 22 jugadores alineados junto al equipo arbitral.

Una vez concluida la música, los dos equipos se colocaron hacia sus respectivos campos entre los aplausos de la grada para comenzar el choque, en el que el Barcelona volvió a proclamarse campeón de Copa (ya suma 29 títulos) ante un Alavés que le puso mucho corazón.