Angel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, asumió ayer personalmente las funciones del secretario general, ya que a medio plazo no tiene previsto nombrar a alguien como sustituto de Gerardo González, destituido el miércoles.

El presidente dedicó la jornada de ayer a hablar con los responsables de cada área y a analizar los asuntos pendientes tras la salida del secretario general, que permanecía en el cargo desde diciembre de 1992, así como a formalizar las firmas. En el 2004 cumplirá 16 años al frente de la federación y tendrá que convocar nuevas elecciones.