Partido de extremos en el Cacereño, empequeñecido por una racha de siete derrotas consecutivas y cada vez más debilitado interior y exteriormente. Su visita al Marbella de hoy (17.00 horas) puede suponer un capítulo más en su hundimiento o bien el inicio de la recuperación. Ganar sería un enorme relanzamiento para afrontar con fiereza la lucha por la salvación.

Los verdes llegan con el halo de fatalidad que les ha venido rondando últimamente y dirigidos por un entrenador que ya es discutido abiertamente dentro del propio club. Ismael Díaz, aunque apoyado a muerte por su presidente, Félix Campo, vive sus peores momentos desde que aterrizó en Cáceres hace año y medio. Las declaraciones del vicepresidente deportivo, Juan Ojalvo, en el sentido de que lo mejor sería destituirle le han arrinconado un poco más.

Mientras, el vestuario intenta aislarse lo máximo posible de un ambiente claramente en contra de Díaz. Sigue habiendo síntomas de que algo no funciona nada bien. El ejemplo es la drástica salida de la convocatoria de Jaime, que había sido titular en los últimos encuentros. Regresa el también defensa Diego, que los había visto desde la grada.

La principal novedad es la recuperación de Diego Morgado, el delantero fichado en el mercado de invierno desde el Ceuta y que apenas ha podido aportar nada hasta ahora porque llegó con problemas físicos. Quien aún no está disponible es Joaquín, lo mismo que los sancionados Gabi y Caballero.

DIFICIL El Marbella, sexto por la cola, se encuentra metido en la dinámica contraria a la del Cacereño. Un resultado favorable a los locales pondría doce puntos de diferencia entre ambos cuando hace bien poco los verdes estaban por encima. Sin embargo, la lectura no puede ser del todo negativa para el Cacereño, que está a tres puntos del puesto que al menos da opción a jugar la promoción de permanencia y que ahora ocupa el Betis B.

Para añadir cierta confusión al clima en el Cacereño, el joven centrocampista Alex Tejada realizó el jueves unas declaraciones al Diario de Málaga en las que, insólitamente, afirma que no celebraría un gol si lo marcase, pese a no haber jugado nunca en el Marbella. Nació en Torremolinos y eso le sirve para decir que "nos hacen mucha falta los puntos, pero (si marco) no lo celebraría jamás en el campo, más que nada por respeto a la afición de un equipo de mi tierra". También aprovecha sugerir que debe ser alineado y para criticar el tratamiento que la prensa le está dando a Ismael Díaz.