Recién aterrizado en España tras ganar su segundo Dakar, Carlos Sainz aseguró que ahora «es un momento de reflexión sobre su futuro», aunque reiteró que aún no ha tomado decisión alguna al respecto. «No es una decisión que haya tomado al cien por cien», dijo el piloto madrileño de 55 años, doble campeón del mundial de rallys (1990 y 1992) y del Dakar (2010 y 2018).

«Entiendo que haya mucha gente, no solo este año, sino otros, que se haya preguntado por qué sigue este hombre corriendo, no lo necesita, tiene una edad, y yo creo que el tiempo de alguna manera me ha dado la razón, estaba convencido de que podíamos ganar otra vez el Dakar, con el trabajo, la preparación y el respeto que requiere una carrera para una persona como yo», añadió.

El piloto madrileño reconoció que aún no ha decidido qué será de su futuro, pero que será «piloto toda la vida» y que la decisión se tomará «de un día para otro», como lo hizo cuando dejó el mundial de rallys. También deslizó que si pudiera correr sin que se conociera su identidad no le importaría regresar al Dakar.

«Pero como no soy el enmascarado y todo el mundo sabe quién soy, lo voy a pensar mucho para decidir. Entre otras cosas, no tengo ningún contrato ni coche», añadió, ya que Peugeot deja la prueba tras esta victoria.

Preguntado por cuáles serían las condiciones que pondría a un hipotético equipo que quisiera acordar con él un nuevo asalto al Dakar, Sainz dijo que primero se planteará la decisión de si continúa compitiendo y luego pensará en un futuro equipo. «Primero me planteo tomar esa decisión y luego miraré el siguiente paso. No me lo plantearé hasta que decida qué hacer», finalizó.

Sainz resaltó en varias ocasiones la dureza de este Dakar, en el que la organización ha puesto «al límite» a coches, pilotos y asistencias, volviendo a «la filosofía de esta carrera».

Por otro lado, el su hijo, Carlos Sainz Jr., piloto de Fórmula Uno, anunció ayer que el domingo disputará el último tramo del Rally de Montecarlo, prueba inaugural del mundial de este año.