El primer proyecto de la era Schuster se tambalea. El Madrid ha sufrido un duro golpe tras la eliminación europea en octavos ante el Roma, un golpe que ha dejado traslucir la falta de conexión entre el entrenador y la cúpula del club. Mientras Ramón Calderón se refiere al nuevo adiós a Europa como "un fracaso", el técnico dice que caer ante el Roma "no es una derrota". Schuster está en el punto de mira y su futuro en el club podría tener fecha de caducidad al término de la presente campaña, pese a haber firmado un contrato por tres temporadas.

De la pretendida "excelencia en el juego", frase que acuñó Calderón para justificar la salida de Capello y la llegada de Schuster, no hay señales. El pésimo inicio del año, en el que el Madrid ha perdido 7 de los 13 encuentros disputados, hace que las miradas se dirijan al entrenador blanco, al que Calderón echó ayer un cable. "No tengo ninguna duda de que es el técnico idóneo. Creíamos en él, lo seguimos haciendo y quiero seguir confiando en él. Tiene su carácter y su forma de ser, pero no le contratamos para que sea simpático, sino para que el equipo gane y juegue bien", declaró el dirigente blanco,