A la tercera... un empate

Linares: Oscar Benito; Castillo, Chico, Cidoncha, Arturo; Domingo, Dani Bouzas; Camacho (Del Moral, M. 75), Alex Fernández (Vázquez, M. 87), Sierra y Bordi.

Arbitro: Carlos Bro Sáez (Comité Madrileño). Su actuación es de ´engañabobos´. Está al final de su carrera deportiva y se ha convertido en un ´posturitas´ que no quiere saber nada ni en las áreas, ni en lo disciplinario. Físcamente, horrible. Diplomático, flaco favor le hace al colectivo con su actitud. Llegó tarde y con compañía al margen de sus asistentes (0).

Incidencias: Unas 2.000 personas en el Francisco de la Hera. Se guardó un minuto de silencio en memoria del padre de Rafa Benítez.

A la tercera fue la vencida para legitimar el dicho. Pero el aguinaldo supo a poco. El Extremadura rompió su negativa racha de derrotas en su estadio y firmó un empate a nada (0-0) ante el Linares en un partido con demasiados miedos y casi huérfano de ocasiones de gol. Es verdad que el indecente e infame césped del municipal ayudo lo justo, pero ha de reclamar Ortuondo ya en la ventanilla azulgrana porque desde el ayuntamiento, propietario del estadio, se han quitado el muerto de encima con una oportunista e inesperada subvención para la sociedad anónima deportiva. También dijo en sala de prensa el de Ondárroa que su equipo había gozado de tres ocasiones claras de gol sin que apareciera ninguna en el casillero de su rival. Claras, claras me salen con esfuerzo dos, aunque para gustos hay colores y con Iosu coincidir ciento por ciento, al menos alguna vez, es quimérico .

Sí es cierto que su equipo salió más metido en el choque, o con aparentes más ganas que su rival. Y que controló el primer cuarto hasta que el duelo se niveló para acabar los dos equipos buscando el descanso con dominió del Linares tras voltear la situación. Se sacudieron la presión los de Braojos y empezaron a presentarse ante Toni García y no precisamente para felicitar las Pascuas al meta.

Pero, aunque por diferentes caminos, el resultado fue idéntico (0-0). El Extremadura no aprovechó un balón que robó Garmendia y que a punto estuvo de transformar Asen (m. 13). Como tampoco lo hizo Amaro en una media vuelta en la pintura ajustando el balón al poste (m. 16). Con todo, la ocasión con más miga del primer acto obligó a Toni a meter una mano prodigiosa en un lanzamiento casi desde su propia casa del Linares (m. 32).

Antes, Ortuondo había tenido que mover el banquillo por los problemas físicos que presentaba Garmendia superada la primera media hora de partido (m. 37).

ENTRA CABELLO La salida del lateral permitió la entrada de David Cabello, quien sorprendentemente, o no, se quedó fuera del once tipo. Pero su caída a la banda para suplir a Samir, que fue quien bajó a la zaga, no consiguió acabar con la pleitesía de un dibujo que parece contra natura.

A ver, Iosu busca en Santi Amaro la alternativa para el enganche por detrás de Asen. Pero el montijano, al menos ayer, perdió recorrido, entró menos en juego que en su posición de catalizador y hasta sorprendió menos. Y si no fuera por volver sobre crónicas del inicio de la competición, cabría añadir que en banda Cabello desaparece. Pero ya saben lo de los doctores y la iglesia.

Y luego está lo del pánico, miedo, terror o respeto, que cada uno tira del sinónimo que le conviene. Ninguno de los dos equipos quería perder y pasó lo que pasó. Que nos quedamos sin partido y casi sobró toda la segunda parte.

Mención especial merece el árbitro del encuentro, el ínclito Carlos Bro Sáez. Una vez más, y ahora que llega al final de su trayectoria acentúa posturas, no se complicó la vida. No sacó tarjetas y no se equivocó en jugadas de trascendencia porque no las hubo. ¿O sí? Un codazo de Arturo a Aitor quedó en nada, entradas por detrás, pérdidas deliberadas de tiempo... Cuando la cosa se complicaba en las áreas pitaba peligro. Vamos, un regalito .