CORDOBA: Juan Carlos; Gunino, Pantic, Crespo, Edimar; Deivid, Rossi; Bebé, Fede Cartabia, Ghilas, Florin (Fede Vico, min.79).

REAL MADRID: Casillas; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo (Coentrao, min.71); Kroos, Khedira (Illaramendi, min.63), James Rodríguez (Jesé, min.79); Bale, Cristiano y Benzema.

GOLES: 1-0: min. 2, Ghilas, de penalti. 1-1: min. 26, Benzema. 1-2: min. 88, Bale, de penalti.

ARBITRO: Hernández Hernández (C. Las Palmas). Expulsó con roja directa a Cristiano (m.82) y por doble amarilla a Fede Cartabia (m.87). Además, amonestó por parte del Córdoba a Rossi y por el Madrid a Ramos, Khedira y Carvajal.

Un penalti transformado por Gareth Bale, a dos minutos del final, dio una sufrida victoria al Madrid (1-2) ante un buen Córdoba, que tuvo al conjunto blanco maniatado todo el partido, en el que Cristiano Ronaldo fue expulsado con roja directa por agredir al brasileño Edimar.

El conjunto entrenado por el italiano Carlo Ancelotti suma su tercer triunfo seguido en liga y consolida su liderato, mientras que los cordobeses, que llevaban tres partidos consecutivos sin perder, continúan cerca de la zona de descenso.

Partido muy intenso el que planteó el Córdoba de inicio, con la defensa muy adelantada y presión arriba que pronto dio su resultado. En el primer minuto, un doble recorte del delantero portugués Bebé en la frontal del área madridista acabó con un potente disparo que se estrelló en los brazos de Sergio Ramos. El colegiado canario Hernández Hernández, con la ayuda de su asistente, decretó penalti.

El delantero argelino Ghilas transformó desde los once metros con pasmosa tranquilidad para batir a Casillas.

El equipo blanco, sin Isco por lesión, carecía de imaginación y frescura para desenvolverse ante la fuerte presión cordobesista, que permitía contragolpes claros y peligrosos de los locales, y solo era capaz de crear peligro a balón parado. Así llegó el empate, en el minuto 26, tras un saque de esquina botado por el colombiano James Rodríguez desde la derecha, que peinó Bale y remató el francés Karim Benzema.

La igualada tranquilizó al Real Madrid, que se apoderó por completo del balón, aunque sin crear excesivo peligro.

La segunda mitad comenzó con el Córdoba más agazapado en su área y buscando los contragolpes aprovechando los desbarajustes defensivos del Madrid.

Las pocas ocasiones terminaban por desquiciar al Madrid. Sobre todo a Cristiano, expulsado tras una agresión. Al final, un penalti transformado por Bale quitó el susto a los madridistas.