El Villanovense viajó ayer a tierras granadinas con la confianza y la firme esperanza de sacar tajada en el estadio Nuevo Los Cármenes --en el que se espera que haya una entrada de 4.000 aficionados--, donde se enfrenta al histórico Granada que llega al choque con la necesidad imperiosa de ganar, ya que si no lo hace el objetivo se le podría complicar en exceso.

Durante la semana el equipo serón se ha estado recuperando del inesperado traspiés que supuso la derrota el pasado domingo en el Romero Cuerda ante el Quintanar del Rey, que ya se tiene superada.

A pesar del revés, el Villanovense no ha bajado los brazos y más teniendo en cuenta que el grupo está aún muy abierto, con el Quintanar con seis puntos, el Granada con cinco y los extremeños con cuatro.

El técnico serón, José Mari Calvo, sólo lamenta de la situación que "ahora no dependemos de nosotros mismos".