La reivindicación de cuatro pequeños países exportadores de algodón se ha convertido en la estrella de la conferencia de la OMC. Su insistencia y el apoyo logrado de Alemania e Inglaterra ha eclipsado temas de aparente mayor relevancia y ha obligado a pronunciarse a casi todos los países y organizaciones representadas en Cancún.

El vicepresidente del Gobierno español, Rodrigo Rato, se preguntaba ayer por qué se tiene que tratar especialmente del algodón y no de otros productos. "Si vamos a discutir temas aislados acabaremos bloqueando la conferencia", aseguró.

La UE ha aceptado revisar sus ayudas en octubre. También las ONG se han sumado a las peticiones de estos cuatro países, como los sindicatos.

Cuestión diferente es la del comercio textil, donde el secretario general de la ITGLWF (federación internacional de los sindicatos del ramo), Neil Kearney, presentó un estudio en el que se revela que la liberalización del mercado y la competencia de países como China no sólo afectarán a los países desarrollados sino también a los más pobres.