La economía española registró en el tercer trimestre del año un decrecimiento del 0,2% sobre el periodo anterior --el primer dato negativo en 15 años-- y, según el Banco de España, la "contracción" persistirá durante el cuarto trimestre del 2008 y la primera mitad del 2009. Mientras que el Gobierno aún se resiste a hablar abiertamente del término "recesión", el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, expuso ayer en el Senado las proyecciones del organismo, que equivalen a decir que habrá recesión en la economía española durante cuatro trimestres consecutivos antes de empezar a repuntar en la segunda mitad del 2009.

La destrucción de puestos de trabajo empezó en verano. Se han perdido 145.700 empleos equivalentes a tiempo completo, según los datos del INE. Para el gobernador, la rigidez del mercado laboral español hace que "no solo se destruyan empleos, sino empresas".

El negro panorama que atisba el Banco de España no acaba aquí. El gobernador habló de la rapidez con que se están deteriorando las cuentas públicas. "En menos de un año --dijo-- vamos a pasar de un superávit del 2% del PIB a un déficit que podría aproximarse al 3%" este mismo año 2008, por la debilidad de la recaudación de impuestos. Lo mismo pasará en el 2009. El déficit de las administraciones "se aproximará" al nivel de referencia que marca el Pacto de Estabilidad de la UE (el 3%).

MALOS AUGURIOS En septiembre, la previsión oficial del Gobierno era la de acabar este año con un déficit del 1,5% del PIB en el conjunto de las administraciones públicas y el 1,9% el año que viene. El Gobierno juzga "probable" que el déficit rebase el 3% del PIB el año que viene.

Para el Banco de España, tales niveles de déficit público tienen consecuencias negativas: hay menos margen para adoptar medidas que contrarresten la recesión y habrá que pagar un precio más caro para colocar la deuda pública española en el exterior.

La Cumbre de Washington del pasado fin de semana concluyó con el compromiso de que los países adopten medidas fiscales (más gasto público o rebajas de impuestos) para estimular la demanda interna (consumo de las familias e inversión de las empresas). El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que presentaría un nuevo plan de medidas de mayor gasto público el 27 de noviembre, pero el gobernador del Banco de España dijo ayer que hay muy poco margen para ello. Fernández Ordóñez pidió "prudencia" y se mostró contrario a cualquier aumento del gasto por encima de lo presupuestado para el 2009. Tan solo admitió la posibilidad de medidas "timely, temporary and targeted", expresión inglesa que él mismo tradujo como "mirándolo mucho, en una cosa determinada y sin que nos genere problemas futuros" en las cuentas públicas.

NO HABRA "BARRA LIBRE" En plena sintonía el vicepresidente económico, Pedro Solbes, aseguró ayer en el Congreso que las nuevas medidas que ponga en marcha el Ejecutivo tendrán que cumplir "varios requisitos", porque el margen fiscal de España es ahora "más limitado". Sobre todo, después de haber adoptado un paquete de impulso fiscal y financiero a familias y empresas de 40.000 millones en el 2008 (casi el 4% del PIB), que incluye la rebaja de 400 euros en el IRPF, el recorte del impuesto de Sociedades, la desaparición del Impuesto de Patrimonio y líneas de financiación para las pymes. "No me voy a cerrar al 3%, pero no creo en la barra libre", dijo. Según Solbes, las nuevas medidas que se adopten tendrán que ser de carácter temporal, coordinadas a nivel internacional y dirigidas a mitigar el impacto negativo en el empleo.