Banesto ha sido la primera entidad financiera en cumplir la orden del Banco de España de detallar el contenido de su cartera inmobiliaria. Lo que algunos analistas describen como el striptease inmobiliario ha puesto al descubierto que Banesto registró en sus cuentas viviendas por valor de 1.082 millones de euros el pasado año, frente a los 431 millones de euros obtenidos en ventas.

En total, la cartera total de inmuebles del banco se ha disparado un 28% en 12 meses hasta 2.950 millones, mientras que las pérdidas que generan las ventas, que crecieron un 48% en el 2010, siguen en el entorno del 20%, según Idealista.com.

El futuro inmediato no es nada halagüeño para la banca española. Aunque algunas entidades han transmitido su cartera inmobiliaria a filiales para maquillar las cuentas, lo cierto es que el estoc de viviendas en poder de la banca sigue siendo una amenaza tanto para el sector como para las propias entidades. Por ello el Banco de España quiere que esos activos tóxicos directa o indirectamente vinculados a las entidades aflore. Pese a ello, la normativa actual beneficia a las entidades financieras más que a los deudores, que en su mayoría mantienen las deudas pese a haber perdido la propiedad de los pisos.

UNA CARTERA DE 6.000 VIVIENDAS

Banesto vendió alrededor de 3.000 viviendas de su propio estoc en el 2010 y ayudó a los promotores a los que financió durante la burbuja para vender otras 7.000 el año pasado. Pese a todo, ha iniciado el 2011 con una cartera de viviendas de entre 5.500 y 6.000 viviendas.

Si se agrupan los créditos a constructores e inmobiliarios, los morosos son el 16%, mientras que en las hipotecas tradicionales, solo llegan al 2,4%. Estas cifras contrastan con la reducción del riesgo del sector constructor e inmobiliario en el balance del banco, que cae desde el 17,4% hasta al 13,3% y se sitúa en 10.354 millones de euros. Desde el 2007, el banco ha reducido un 42,7% su riesgo como promotor.

CAÍDA DE GANANCIAS

Banesto ganó 460,1 millones en el 2010, un 17,8% menos que en el 2009, por la caída del negocio y las provisiones de más de 1.000 millones por la depreciación del mercado inmobiliario. Incluso sin esta partida extraordinaria, Banesto hubiera ganado un 2,8% menos. Las dotaciones para insolvencias han supuesto 400 millones, un 4,7% más, por el aumento de la morosidad, que ha pasado del 2,94% en diciembre del 2009 al 4,08% al cierre del ejercicio pasado. El sector está en el 5,67% de créditos fallidos.