A contracorriente, el BBVA quiere que Estados Unidos, el epicentro de la actual crisis financiera, sea su gran palanca de crecimiento para los próximos años. "Estamos aquí para hacer algo importante", afirmó ayer su presidente, Francisco González, desde Houston.

Para lograr este objetivo, la entidad bancaria realizará diversas compras, pero no a corto plazo. "Uno de nuestros éxitos ha sido saber decir que no a algunas oportunidades. Tal vez dejemos pasar la primera oportunidad para centrarnos en la segunda", remachó González.

El segundo banco español pretende que Compass, el banco que posee en el sur del país (zona menos afectada por la crisis económica), se convierta en el nuevo Bancomer, su banco mexicano, que el año pasado ya le aportó casi un tercio del total de su beneficio.

Todavía le queda un largo camino, ya que la entidad estadounidense aportó el 8% de las ganancias del 2008 y alcanzará el 10% en el 2010. El grupo no prevé, sin embargo, comprar en Europa ni en Latinoamérica.