La alianza que formarán Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedès y Sa Nostra, a través de la creación de un Sistema Institucional de Protección (SIP), pedirá prestado entre 800 y 900 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), según indicaron a Efe fuentes financieras. El SIP, cuya sociedad central adoptará la forma de banco, tendrá su sede en Madrid y estará presidido por el presidente de Caja Murcia, Carlos Egea.

Las cajas trabajan para que no se produzcan despidos y que, en todo caso, la reducción de plantilla se haga mediante jubilaciones anticipadas. "Los inevitables ajustes exigidos por este nuevo escenario, oportunamente negociados, no deben generar, por tanto inquietud en nuestra plantilla", ha afirmado el presidente de Caja Granada, Antonio Jara.

Las oficinas de Caixa Penedès en Valencia pasarán a Caja Murcia. La entidad resultante dará lugar al sexto grupo financiero de cajas por volumen de negocio (el séptimo por volumen de activos), con una posición de liderazgo en el Arco Mediterráneo (1.703 oficinas y más de 4 millones de clientes).

La fusión de Caja España y Caja Duero recibió ayer el impulso definitivo tras el mayoritario voto favorable de sus respectivas asambleas. Para esta operación se ha solicitado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria un préstamo de 525 millones de euros. La nueva entidad se convertirá el próximo mes de julio en el octavo grupo financiero español (de bancos y de cajas). En el camino se quedarán unas 250 oficinas y 846 trabajadores prejubilados.