PEKIN. China no piensa apreciar el yuan o dejar flotar libremente su moneda en los mercados, tal como reclaman EEUU y el Fondo Monetario Internacional. Tanto el banco central como altos cargos del Gobierno dejaron claro ante la visita de dos días que inició ayer el secretario de Estado del Tesoro de EEUU, John Snow, que China no revalorizará ni "cederá a las intimidaciones internacionales" para cambiar su política monetaria. El FMI subrayó ayer que "un tipo de cambio más flexible" beneficiaría a China. AGENCIAS