La crisis económica ha convertido el salón del automóvil de Detroit en un nuevo campo de batalla en la pugna por conseguir cuota de mercado en el sector de los coches ecológicos. Una vez conseguidas las ayudas financieras para evitar la quiebra, los tres grandes de EEUU presentaron ayer sus proyectos de vehículos eléctricos o híbridos, con los que pretenden competir con los modelos que ya están en el mercado de sus competidores asiáticos.

En un salón marcado por la crisis y sin algunas marcas como Nissan, el presidente de General Motors (GM), Rick Wagoner, anunció en Detroit que la empresa establecerá en EEUU la primera planta de producción de baterías para automóviles. LG Chem ha sido la compañía elegida para facilitar las células de litio-ion que se producirán en la planta y que forman el núcleo del nuevo Chevrolet Volt, el vehículo eléctrico de GM, que se empezará a vender en Norteamérica el próximo año.

Ford prepara el lanzamiento en el 2011 de un utilitario eléctrico desarrollado conjuntamente con el fabricante canadiense Magna como primer paso de una ofensiva verde en EEUU para los próximos cuatro años. Por su parte, Chrysler confía en lanzar al mercado su primer coche eléctrico en el 2010, gracias al desarrollo de un prototipo que utiliza un pequeño motor de gasolina para extender su autonomía a 640 kilómetros sin recargar baterías.