Aunque cada gobierno europeo se enfrenta con sus propios planes a la necesidad de reducir el déficit presupuestario generado por la crisis, empiezan a configurarse estrategias ideológicas. Francia y Alemania, dos de los mayores países de la UE gobernados por la derecha, han apostado por recortar el IRPF a las familias con ingresos más modestos como herramienta estrella para estimular sus economías. Desde un principio, los ejecutivos de estos países abogaron por medidas sectoriales --rebajas del IVA en determinados sectores o recortes del IRPF a colectivos concretos-- que por las generalizadas. En el Reino Unido, las rentas altas del trabajo se verán penalizadas con un 50% para ingresos de 172.000 euros anuales