Impulsada por el consumo, la economía de EEUU creció en el primer trimestre del año más sólidamente que en los dos años y medio anteriores, hasta alcanzar una tasa anual del 4,8%, según anunció ayer en Washington el Departamento de Comercio. Aunque esta cifra es una décima menos que la esperada por los economistas, supone un enorme avance sobre el crecimiento del 1,7% registrado en el trimestre final del 2005.

"Este rápido crecimiento es otra señal de que nuestra economía está lanzada", se apresuró a destacar el presidente de EEUU, George Bush. Sin embargo, numerosos economistas y el propio secretario del Tesoro, John Snow, opinaron que este rápido crecimiento probablemente "no durará mucho más , porque lo que estamos viendo es una ralentización gradual de la economía", resumió el economista Sal Guatieri de BMO.

El fuerte crecimiento PIB entre enero y marzo se debió a las ingentes compras e inversiones de los ciudadanos, las empresas y la Administración estadounidense como reacción a la anémica actividad del trimestre anterior, cifrada en sólo el 1,7% de crecimiento anual, cuando EEUU estaba bajo el impacto de los huracanes Katrina y Rita .

Este invierno, los estadounidenses adquirieron más productos duraderos, como coches, ordenadores o muebles, mientras que las empresas invirtieron más en equipo industrial, transporte y edificios. La contribución del sector público al consumo fue un mayor gasto en Defensa.

El consumo aumentó un 5,5% en el primer trimestre del 2006, frente al 0,9% del último trimestre del 2005. Estas tasas se moderarán "porque los consumidores están cargados de deudas y tienen que soportar precios de la energía más altos", opinó el profesor de economía Peter Morici.

Su opinión coincide con la proyección hecha el jueves por el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, que advirtió de que hay riesgo de ralentización económica a corto plazo, a medida que el mercado inmobiliario estadounidense vaya enfriándose. De hecho, la paulatina subida de tipos de interés ha contribuido a que la demanda de hipotecas caiga el 20% en un año. Bernanke dio a entender que la Fed podría detener pronto una subida de tipos.