La recesión económica de EEUU acabó en junio del 2009 y tuvo una duración de 18 meses, lo que la convierte en la más larga desde la segunda guerra mundial, declaró ayer en un comunicado el National Bureau of Economic Research (NBER), el grupo que declara oficialmente el comienzo y fin de las crisis económicas en el país.

Las recesiones más largas hasta la fecha en el periodo posbélico habían tenido lugar entre 1973 y 1975 y entre 1981 y 1982, con una duración, en ambos casos, de 16 meses. El presidente de EEUU, Barack Obama, se mostró cauto ante el anuncio del NBER, al insistir en que la situación sigue siendo muy difícil para muchos ciudadanos que siguen "luchando" para salir a flote. "El bache fue tan profundo que mucha gente todavía lo está pasando mal", dijo Obama en una reunión con votantes organizada por la cadena CNBC.

El instituto encargado de determinar el tempo de las crisis hizo hincapié en que cualquier futura caída de la actividad económica representará una nueva recesión y no una continuación de la que comenzó en diciembre del 2007, lo que parece alejar el fantasma de un recesión en W, o (double dip , en inglés). EEUU creció a un ritmo del 5% en el último trimestre del 2009, un empuje que se ralentizó hasta el 3,7% en el primer trimestre del 2010 y que cayó al 1,6% entre abril y junio de este año. La evolución del PIB sigue siendo positiva, pero el ritmo de crecimiento es menor. A esa situación se suma la elevada tasa de desempleo, en el 9,6%, el nivel más elevado de los últimos 27 años. La preocupación les ha llevado a gastar menos.