Los expertos de la Unión Europea (UE) recomendaron ayer que las pensiones públicas suban menos que la inflación anual para evitar que el envejecimiento de la población arruine las finanzas de los estados. Las otras recomendaciones fueron retrasar la edad efectiva de jubilación, intensificar la creación de empleo, reducir el volumen de deuda pública y ajustar las pensiones a la mayor expectativa de vida de los jubilados.

Estas fueron las principales conclusiones de la conferencia sobre las consecuencias del envejecimiento de la población, organizada por la Comisión Europea y el Centro Internacional de Estudios Estratégicos en Bruselas.

AMENAZA ECONOMICA

El envejecimiento de la población es la amenaza económica más grave a largo plazo que pesa sobre la UE, de acuerdo con las conclusiones. La bajísima tasa de natalidad europea reducirá la población a partir del 2020.

Las personas en edad laboral disminuirán en 40 millones entre el 2000 y el 2050, lo que supone una caída del 18%. Al mismo tiempo, la población mayor de 65 años crecerá más del 60% hasta sumar 103 millones de personas. La pensión de cada individuo mayor de 65 años dependerá en el 2050 de las cotizaciones de sólo dos personas en edad laboral, en lugar de cuatro como ocurre ahora, lo que será insostenible.

MENOS CRECIMIENTO

El envejecimiento de la población reducirá además la capacidad de crecimiento de la UE al menos en 0,8 puntos, lo que provocará que el producto interior bruto (PIB) sea al cabo de 50 años un 20% inferior a lo que podría haber sido, según precisó el comisario de Economía, Pedro Solbes.

España es, después de Grecia, el país que más se verá perjudicado por el envejecimiento de su población. El porcentaje de fondos públicos destinados a las pensiones se disparará en España desde el 9,4% del PIB al 17,3% en el 2050. A ese aumento de 7,9 puntos hay que añadir 1,7 puntos adicionales por el incremento del gasto en asistencia sanitaria, según la Comisión Europea.

Para evitar la quiebra de las finanzas públicas, los expertos han recomendado a los países de la UE que retrasen la edad efectiva de jubilación. Por cada año de trabajo adicional antes de pasar a la fase de jubilación laboral, el gasto en pensiones se puede reducir el equivalente a un cifra entre el 0,6% y el 1% del PIB.

MEDIDA PROBLEMATICA

El aumento de las pensiones en 0,5 puntos por debajo del índice de precios de consumo (IPC) permitiría reducir en unos dos puntos porcentuales el incremento de gasto previsto para pensiones. Los expertos advirtieron, no obstante, de que está medida puede ser problemática en países, como España, donde las personas dependen básicamente de sus pensiones para vivir.

Los sistemas de cálculo de las pensiones públicas, agregaron los expertos que han participado en la elaboración del estudio para la Unión Europea, también deben reformarse para tener en consideración que la esperanza de vida de los jubilados aumentará una media de cinco años a lo largo de las próximas décadas.