Aún queda mucho por hacer. Ese fue el aviso que lanzó ayer el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, respecto a la recuperación económica y, especialmente, en relación con el origen de la crisis: la falta de controles eficaces sobre el sistema financiero internacional.

A las puertas de la cumbre que reúne desde ayer por la noche en Londres a los ministros de Economía y los responsables de los bancos centrales de los países que forman el G-20, Strauss-Khan criticó la "complacencia" con la que se han tratado los problemas pendientes recientemente y animó a los gobiernos a seguir trabajando en la mejora del sistema financiero.

MAS CAPITAL PROPIO Entre las ideas sustentadas por el director del FMI está la de exigir un aumento del capital propio a las instituciones bancarias y promover programas de gestión para evitar los activos "tóxicos" del sistema, que desencadenaron la crisis. La reunión del G-20 de Londres se centra en la otra cara del problema, las bonificaciones de los banqueros que estimularon la aparición en el mercado de prácticas poco ortodoxas en busca de rentabilidad.

El encuentro, que concluye esta tarde, ha estado precedido de un artículo en la prensa, firmado por siete de los ministros, entre los que se halla la titular española Elena Salgado, pidiendo medidas mucho más estrictas para regular las bonificaciones de los directivos bancarios.

Francia Alemania y España, entre otros, defienden la prohibición de no garantizar las recompensas por más de un año y piden que estas reflejen las prestaciones reales del banco y el ejecutivo que la reciba. El Reino Unido no firma la petición, temiendo poner en peligro la plaza financiera internacional de la City. El ministro de Finanzas británico y anfitrión del encuentro, Alistair Darling, se ha mostrado escéptico sobre normativas más severas. "No creo que funcionara, porque si se limitan los bonos, la gente se pondrá un salario más alto", declaró.

OTRA VISION En EEUU, el problema de las remuneraciones parece no contar. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, apostaba por el refuerzo del capital de los bancos como la forma más "eficaz de impedir que el mundo reviva los acontecimientos de otoño pasado".

El otro gran asunto es el debate en torno a la recuperación. Con un optimismo moderado ante la salida de la recesión y un tono de reproche ante la euforia de algunos, Strauss-Kahn advirtió del peligro de retirar de manera precipitada los planes de estímulo económico adoptados por los gobiernos para hacer frente a la crisis. A su juicio, la recuperación se ha debido en gran parte a esos programas de ayuda por lo que la retirada de los mismos debe hacerse "cuando la recuperación sea patente y el desempleo descienda".