Hasta octubre, las frutas y las verduras eran más caras en los grandes supermercados, al igual que las carnes y la droguería, que también vieron encarecidos sus precios en los hipermercados y en los comercios especializados.

Según el estudio elaborado por la Universidad Complutense de Madrid a petición del Ministerio de Industria y Comercio, en el caso del pescado, los precios más altos se registraron en los mercados municipales y en el comercio especializado, mientras que en el de la alimentación envasada lo hicieron en los pequeños y medianos súper.

Las mayores variaciones se dan en las frutas y las verduras, más asequibles en las tiendas especializadas, seguidas de la droguería. Los pescados y las carnes apenas varían, mientras que los precios de la alimentación envasada se mantienen "estables".

Por ciudades, las de tipo medio en población y renta per cápita suelen ser las que ofrecen precios más bajos. Así, comprar fruta y verdura es más caro en Madrid y más barato en Lugo. El consumidor paga más por el pescado en San Sebastián y menos en Córdoba, y la carne es más cara en Santa Cruz de Tenerife y más barata en Ourense.