Desde el 2002 hasta el 2004 se ha producido una fuerte oscilación en el precio de los alimentos. El coste del aceite, que en el 2002 subió un 15,2%, no creció tanto en el 2003 (3,3%) y repuntó en el 2004 (14,6%). Donde se ha constatado más moderación ha sido en las legumbres y hortalizas (18% en el 2002 y 3,61 en el 2004), aunque siempre por encima del IPC. Algunos productos se han encarecido sin parar. El precio de las patatas subió en el 2002 el 1,5%; en el 2004, el 16,1%. El de los huevos, 1,6% en el 2002 y un 11,6% en el 2004. La carne de porcino se ha disparado.