El Gobierno prorrogará durante seis meses más la ayuda de 426 euros a los parados que hayan agotado todo tipo de prestación por desempleo, según anunció ayer el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Esta prórroga entrará en vigor el próximo 16 de febrero, fecha en que termina la ayuda ahora vigente que ya se prorrogó a mediados de agosto.

Esta es una de las primeras medidas de contenido social que ha tomado el nuevo titular de Trabajo como consecuencia de la nueva agenda adoptada por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, hasta el final de la legislatura, junto con el cambio de su Gobierno. Supone además una rectificación de su idea inicial de no prorrogarla más, una decisión muy criticada por las fuerzas políticas y sindicales.

PRIMERA COMPARECENCIA Gómez, que hizo este anuncio en su primera comparecencia ante la prensa tras entrevistarse con la consejera catalana Mar Serna, advirtió de que la prórroga llevará aparejado "algún cambio", que no especificó.

El Gobierno justifica esta decisión, que no supone un gasto excesivo, en que cada vez habrá menos personas que recibirán la prestación por desempleo de carácter contributivo y más los que recibirán la asistencial, que es de menor cuantía. Así se ayudará a muchas familias que a partir del mes de febrero se iban a quedar sin ningún tipo de prestación social.

El Ministerio de Trabajo calcula que ahora hay unos 300.000 beneficiarios de esta ayuda, pero en febrero esta cifra podría llegar a medio millón más de personas que han agotado los dos años de seguro de desempleo. Por el contrario, los sindicatos elevan a casi un millón las personas que en febrero se quedarán sin ningún tipo de prestación.

El impulso que Gómez quiere dar al diálogo social se hará visible en la nueva secretaria de Estado de Empleo, María Luz Rodríguez, que será nombrada el viernes y asumirá también la coordinación del diálogo social.

El ministro expresó su "respeto" a las movilizaciones anunciadas por los sindicatos para el mes de diciembre y que culminarán en una gran manifestación el día 18.

Los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, advirtieron ayer al Gobierno de que el "conflicto sigue abierto" pese a los cambios de ministros, que vieron como una consecuencia lógica de la huelga general del 29 de septiembre. Por eso, solicitaron del nuevo ministro no solo gestos, sino hechos para cambiar la reforma laboral, y que renuncie a la jubilación a los 67 años.

NUEVO MODELO Como alternativa socioeconómica a la crisis, ambos sindicatos propusieron un nuevo modelo productivo, la recuperación de impuestos para que el Estado tenga más recursos para invertir en políticas de creación de empleo, así como garantizar la protección social.