El impuesto sobre sociedades bajará un punto en el 2007 y seguirá haciéndolo a razón de un punto por año hasta que en el 2011 se culmine la rebaja de cinco puntos anunciada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El actual tipo general del 35% se situará, entonces, en el 30% al finalizar el periodo y el tipo reducido del 30% que pagan las pymes bajará al 25%.

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, explicó que, al mismo tiempo que se reduce el impuesto sobre los beneficios empresariales, también se eliminarán gradualmente todas sus actuales deducciones (a razón de un quinto por año) hasta desaparecer en el 2011. Todas, salvo las de doble imposición y las territoriales (Canarias, Ceuta y Melilla) y los servicios locales.

Solbes dijo que esta reforma situará a España en la media de los países de su entorno y favorecerá el competitividad y la productividad empresarial. Otros de sus objetivos son simplificación y neutralidad.

El anteproyecto de ley incluye la desaparición del régimen de sociedades patrimoniales que sirve a determinados contribuyentes con rentas muy altas para que sus ingresos tributen al tipo del impuesto de sociedades (del 35%), inferior al tipo máximo del IRPF (en la actualidad, del 45%).