El proceso emprendido por la Comisión Europea pretende obligar a Microsoft a revelar información de sus programa operativo para que los productores rivales de servidores puedan competir. Además, pretende que en el caso del Widows Media Player, la compañía venda una versión que no incluya el programa multimedia o que incluya otras alternativas.

La presión ejercida por los competidores de la firma --Oracle, SunMicrosystems, AOL y Nokia, entre otros-- ha favorecido que el Ejecutivo europeo busque la forma de imponer sanciones. Aunque las cifras aún no se conocen, desde el comienzo del litigio se ha especulado con aplicar una multa del 10% de la facturación global del grupo, unos 2.831 millones de euros (471.182 millones de pesetas).

La compañía ha hecho frente a otras acusaciones. Una, presentada por AOL Time Warner, se resolvió a golpe de talonario. Gates pagó 660 millones de euros a la compañía competidora.