Con la nueva ley sobre el juego habrá que obtener una licencia o autorización para poder ejercer como operador de actividades de azar. Además, habrá una comisión nacional del juego, diferente de la actual del Ministerio de Interior, que dará participación a las comunidades autónomas y que se ocupará no solo de la prevención de delitos, sino de la regulación y supervisión del sector. En paralelo, el organismo Loterías y Apuestas del Estado (LAE) se transformará en una sociedad empresarial. Eso permitirá tener, eventualmente, una participación del sector privado en su capital, según la ministra.